Tesla alcanza 4 millones de vehículos producidos, pero su ritmo se ralentiza frente al auge de BYD

Tesla alcanza 4 millones de vehículos producidos, pero su ritmo se ralentiza frente al auge de BYD

Tesla celebró el pasado 8 de diciembre la producción de su vehículo número 4.000.000, un Tesla Model Y Long Range, en su gigafábrica de Shanghai, China. Este hito se logró apenas cinco años después de que el primer vehículo saliera de estas instalaciones en diciembre de 2019.

La planta de Shanghai es la mayor de la marca de Elon Musk a nivel mundial y tiene automatizado el 95% de su producción gracias al uso intensivo de inteligencia artificial y robótica. Para abastecerla, Tesla construyó una fábrica de baterías en sus alrededores. Con un volumen de producción cercano a los 800.000 coches anuales, la fábrica ensambla un Tesla Model Y cada 40 segundos, además de fabricar el Model 3.

Sin embargo, este éxito productivo contrasta con un panorama comercial complejo. Mientras Tesla celebra este hito, BYD ha batido un nuevo récord mundial de entregas de vehículos eléctricos antes de finalizar 2025, consolidando su liderazgo en el sector.

El análisis del ritmo de producción revela una desaceleración: el primer millón de vehículos tardó 32 meses en alcanzarse (diciembre 2019 – agosto 2022), el segundo millón requirió 13 meses (agosto 2022 – septiembre 2023), y el tercer millón otros 13 meses (septiembre 2023 – octubre 2024). Sin embargo, el cuarto millón ha necesitado 14 meses, una señal que coincide con un momento delicado para la compañía.

2025 marcará el primer año en que Tesla no cerrará el ejercicio como el mayor fabricante mundial de coches eléctricos, posición que ahora ocupa BYD. Esta transición se produce en un contexto de caída sostenida de las ventas de Tesla en mercados clave.

Para contrarrestar esta tendencia, Tesla lanzó en octubre versiones más económicas de sus modelos: el Model Y Standard y el Model 3 Standard. Aunque criticadas por su equipamiento reducido, estas versiones ya están llegando a mercados como el español, en una estrategia para recuperar cuota de mercado.

La situación contrasta radicalmente con el dinamismo de BYD, que en plena expansión mundial considera construir una tercera fábrica en Europa. España compite con un país vecino por albergar esta instalación, reflejando el atractivo del mercado europeo para el fabricante chino.

Pese a los desafíos comerciales, el logro de la fábrica de Shanghai mantiene su relevancia. Con 860.000 metros cuadrados, no solo es una de las plantas más grandes sino también de las más eficientes a nivel global. Medios chinos la comparan favorablemente con la fábrica de Xiaomi, que con 720.000 m² alcanza solo la mitad de su capacidad productiva anual.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**