La noticia de que la Fórmula 1 aprobara la entrada de Cadillac en el campeonato para la temporada 2026 fue un pequeño pero importante hito para el proyecto respaldado por Andretti, pero lo que viene a continuación es mucho más significativo. La escudería de General Motors, que empezará como cliente de Ferrari en cuestión de motores mientras trabaja para construir su propia unidad de potencia a partir de 2028, tiene ahora que dar una serie de pasos claves en la construcción de su estructura para que esté listo para su estreno.
El proyecto Cadillac presenta notables similitudes en su fase actual con Haas. Ambos equipos establecieron sus sedes de competición en el Reino Unido, con la primera de ellas Cadillac en Silverstone, junto a Aston Martin, y los segundos en Banbury, pero cada una de ellas tiene también su centro de operaciones en Estados Unidos.
En el caso de Cadillac, se trata de su empresa, Performance Power Units, que abrirá sus puertas en 2026 y se centrará en la construcción del primer motor. La base del equipo en Silverstone ya está en funcionamiento, con sus departamentos de aerodinámica y diseño mecánico establecidos desde hace casi un año en varios grandes edificios cerca de la sede del Gran Premio de Gran Bretaña.
Volviendo a la comparación con Haas, a los mandos de Graeme Lowdon, tendrán que gestionar cuidadosamente sus comunicaciones a través de múltiples fábricas situadas en distintos continentes.
En un momento de este proceso, Andretti aspiraba a entrar en la Fórmula 1 en 2025, lo que habría exigido construir un monoplaza para las normas actuales antes del paso a los nuevos motores y de chasis con piezas aerodinámicas móviles. Ese complicado plan se abandonó cuando el Gran Circo rechazó el proyecto a principios de 2024, pero Cadillac aún tiene que dar en el clavo en el proceso de diseño de 2026.
Al igual que los diez equipos a los que pronto se unirá, no pudo comenzar a trabajar escala completa hasta el 1 de enero de 2025, aunque se permitió estar en el túnel de viento con modelos a escala construidos según las antiguas normas de diseño, pero, a diferencia de sus rivales, no tiene que preocuparse de equilibrar los recursos actuales de desarrollo con el proyecto del futuro monoplaza.
Eso supondrá una ventaja considerable en términos de simplificación del proceso para Cadillac, pero el conjunto todavía tiene que acertar con su diseño de 2026 si quiere ser competitivo. Gran parte de ese potencial también se basará en lo potente que sea la nueva unidad de potencia de Ferrari.
Cadillac necesitará al menos 75 empleados para operar dos coches en gran premio, y tendrán que estar totalmente preparado y entrenados. Hay margen para que mecánicos e ingenieros de los equipos existentes se trasladen al nuevo proyecto, y el equipo ya contrató a varios nombres conocidos, como Graeme Lowdon y Pat Symonds.
No obstante, para esa tarea en particular, el equipo se ve reforzado por la contratación del antiguo responsable de Haas, Peter Crolla, un miembro popular de la operación estadounidense durante sus primeras diez temporadas antes de abandonar a finales del año pasado.
Ese es el aspecto más destacado del proceso para Cadillac, dado que su entrada proporciona dos asientos adicionales y aumenta la probabilidad de que haya un piloto estadounidense en el campeonato por primera vez desde que despidieran a Logan Sargeant. Colton Herta es el primer favorito para fichar por los estrechos vínculos de su actual conjunto con el proyecto.
Muchos pilotos de éxito de la IndyCar, como Alex Palou, también están en el punto de mira, así como Valtteri Bottas y Sergio Pérez. Esos dos pilotos serán muy valiosos para una nueva escudería dada su larga experiencia, y este último también puede aportar dinero de patrocinio del mercado mexicano, donde General Motors es un actor importante.
Nunca olvidemos que la Fórmula 1 consiste en “ganar el domingo y vender el lunes”, aunque para Haas eso signifique vender complejas herramientas de mecanizado y no coches de calle. Cadillac es, por tanto, un proyecto mucho más tradicional en ese sentido, por lo que quizá intentará repetir su potente mantra de motores en IMSA y en el WEC, aunque en esos casos a través de operaciones de equipos cliente.
Haas desplegó con determinación su posición de “equipo americano”, con retoques en la decoración de sus carreras de casa para subrayar el reclamo que pronto no podrá utilizar en exclusiva. Será interesante ver hasta qué punto Cadillac insiste en ese mensaje, ya que la idea de entrar en la Fórmula 1 es ganar visibilidad mundial para la oferta de una empresa.
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En este artículo
Alex Kalinauckas
Fórmula 1
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