Desde hacía semanas se venía rumoreando sobre una gran presentación por parte de BYD. Los primeros detalles apuntaban a una nueva generación de tecnologías, tanto centradas en los vehículos como en la carga. Y así ha sido. Esta noche la compañía ha lanzado sus nuevos puntos de carga ultrarrápida. Estaciones que son capaces de recuperar 400 kilómetros de autonomía en apenas cinco minutos. O lo que es lo mismo, 2 kilómetros por cada segundo. BYD iniciará pronto la construcción de su propia red de carga, aunque en Europa no podremos disfrutar de ella.
La recarga es parte fundamental, crítica, de la movilidad eléctrica. No sólo se necesitan puntos de carga fiables y suficientes en número. Es esencial que la experiencia sea rápida y sencilla. Con el paso de los años los fabricantes han estado ampliando y mejorando la red, aunque la distribución no es equitativa en todo el mundo. China disfruta de la red más amplia del mundo. Ahora puede decir que también dispone de los cargadores más rápidos del mundo. Tan rápida que es posible recargar el 100% de la batería en menos tiempo de lo que se reposta un coche de combustión.
Aunque el punto de carga es importante, lo es más que el coche sea capaz de absorber dicha energía sin deteriorar la salud de la batería. Para ello, BYD ha presentado su nueva plataforma eléctrica, a la que ha bautizado como Super e-Platform. La nueva estructura es capaz de alcanzar una potencia máxima de carga de 1 MW (1.000 kW), la más alta existente en un coche de producción en serie. Estas cifras sólo las habíamos visto asociadas a vehículos industriales. Principalmente camiones como el Tesla Semi. Agregada a la plataforma, BYD introduce la “Flash Charging Battery”. Esta cuenta con un canal iónico desde el ánodo hasta el cátodo de la batería que permite alcanzar una corriente de carga máxima de 1.000 A y una tasa de recarga máxima de 10 C.
Hay que tener en cuenta que es mucha la potencia que el coche y la batería tienen que absorber. Se necesitan componentes extremadamente resistentes, de grado industrial, para no deteriorar ninguno de los miles de componentes del vehículo. Para ello, BYD también ha desarrollado una nueva generación de carburo de silicio con una tensión nominal de 1.500 V. El chip con la tensión nominal más potente jamás usado hasta la fecha en la industria del automóvil. Durante la presentación, el máximo responsable de la empresa, Wang Chuanfu, ha puesto de relieve la importancia de estas tecnologías y su necesidad para eliminar el mal llamado ansiedad por el rango.
BYD espera construir más de 4.000 estaciones de carga ultrarrápida en China. Una nueva generación de puntos que ofrecen una potencia máxima de 1.360 kW. Los ingenieros chinos han creado, de paso, lo que ellos llaman una innovadora tecnología de “carga dual”. Puede actualizar de forma instantánea los cargadores rápidos y supercargadores a cargadores ultrarrápidos. En teoría, esta innovación permite y garantiza la compatibilidad con las estaciones de carga públicas. Mejorando la calidad de la conexión, la velocidad de la misma y, por lo tanto, la experiencia del usuario. Lamentablemente, BYD no ha comunicado la creación de esa red en las carreteras europeas.
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