Queridos lectores
Para ser sincero, hay otra columna que esta mañana me habría gustado escribir, pero que no escribiré. Pero me quedo en mi país, en Alemania, concretamente con Audi y Nico Hülkenberg. Y me repito lo que ya me pregunté hace meses: “¿No será Audi lo contrario a lo que imaginaba Nico Hülkenberg?”.
Todo podría haber sido muy bonito. Nico Hulkenberg, sin duda uno de los pilotos más rápidos de la Fórmula 1 y sin duda uno de los más consolidados, da un gran golpe de efecto al final del ocaso de su carrera, que parecía acabada. Pasa del modesto Haas F1 Team a la gran escudería Audi. Con la perspectiva de conseguir por fin su merecido primer podio y ganar algo de dinero. Después de todo, ya ha tenido bastantes problemas en el pasado con equipos que no le han pagado, o al menos no a tiempo.
Puede que Audi no llegue a la escudería hasta 2026, pero el equipo Sauber ya pertenece a la icónica marca de los cuatro aros. Pero el cambio no ha supuesto un avance deportivo, al menos hasta ahora. Después de tres fines de semana de carreras de la temporada 2025 de Fórmula 1, Sauber tiene seis puntos en el campeonato de constructores y Haas lleva 15. Eso no es el fin del mundo al comienzo de un proyecto a largo plazo. Pero tampoco es agradable.
Nico Hülkenberg estuvo cerca de conseguir el asiento de Red Bull Racing en 2021, que finalmente fue para Sergio Pérez. Si Pérez no hubiera ganado en Sakhir en diciembre de 2020, probablemente él se habría que ir de la Fórmula 1 y no Hülkenberg. Y todavía hoy a veces me pregunto qué habría conseguido Hülkenberg junto a Max Verstappen (que anoche durmió muy bien, por cierto). Porque soy de la opinión de que su estilo de conducción no habría encajado tan mal con el meneo de la zaga, que nadie ha sabido manejar con tanto virtuosismo como Verstappen desde hace años.
¿Podría haberlo hecho bien? Sí… Nico Hülkenberg es un tipo directo. No le interesa lo que podría haber sido. Y eso es algo bueno. Pero a los que vemos con tanta esperanza la Fórmula 1 y a los pilotos de nuestro país (yo soy alemán) nos debe estar permitido hacernos precisamente esas preguntas. Impulsados por el deseo de ver por fin a “Hülk” brillar en el podio. Porque en términos de potencial al volante, es probablemente el piloto de la historia de la Fórmula 1 que, de los que nunca han conseguido un podio, que más se lo merece.
La perspectiva de que todavía pueda funcionar parece bastante sombría en este momento. Sauber sigue yendo hacia atrás, incluso desde que Audi sustituyó a Andreas Seidl al frente del equipo por Mattia Binotto. Y no hay paz entre bastidores. Aunque Audi vendió acciones a Qatar en 2024 para no tener que soportar en solitario la carga financiera, las voces dentro del Grupo que no creen que la Fórmula 1 sea una gran idea no se han callado. Incluso Binotto había imaginado su trabajo de otra manera, dicen: “Audi no es como Ferrari“, me decía hace unos días un experto en la marca.
Los gruñones del Grupo se preguntan cómo puede ser que el coche siga irremediablemente rezagado. Se preguntan por qué no se despidió hace tiempo a James Key, responsable técnico en última instancia, y sí a Andreas Seidl. Y se preguntan por qué se está discutiendo seriamente el regreso del motor V10 atmosférico esta semana en Bahrein. Al fin y al cabo, el Grupo Volkswagen, al que pertenece la marca Audi, fue el impulsor del concepto de unidad de potencia con un 50% de rendimiento del sistema eléctrico, que se introducirá en la Fórmula 1 en 2026.
Nico Hülkenberg ya ha pilotado en Fórmula 1 para unos cuantos equipos que tuvieron mucho éxito en algún momento. Williams, Renault F1, y casi para Ferrari y Red Bull. Pero siempre ha estado en el lugar adecuado en el momento equivocado. La historia de su vida. El acuerdo con Audi tenía una buena oportunidad de ser la coronación de una carrera sin corona. La redención, por así decirlo. Tarde, pero aún así…
Sin embargo, siendo realistas, no veo cómo Audi puede tener éxito a corto o medio plazo. La brecha con la cima de la Fórmula 1 es demasiado grande. Sí, las reglas cambiarán en 2026. Pero los dados que Audi pone en el cubilete son inferiores en número a los de Mercedes, Ferrari y compañía. No es del todo imposible sacar un doce con dos dados, mientras que los otros sólo consiguen un once con tres dados. Pero no es muy probable.
Pero quizá me equivoque. Quizás todo sea diferente ahora que Jonathan Wheatley se ha unido a Sauber en Hinwil después de Binotto. Quizá los escépticos de la Fórmula 1 no se impongan en Audi, sino que el equipo tenga más éxito del esperado y los que siempre han creído en el proyecto de la categoría reina acaben riéndose.
Aunque algunos de ellos ya no estén. Markus Duesmann, entonces consejero delegado de la marca, ya no está, al igual que Oliver Hoffmann, antiguo miembro del Consejo de Investigación y Desarrollo, cuyo departamento era el responsable del proyecto de Fórmula 1. Me pregunto: ¿quién acabará luchando por el proyecto Audi si se vuelven a plantear las viejas preguntas dentro del Grupo sobre si realmente todo tiene sentido tal y como va?
Lo siento por Nico Hülkenberg. Se merecía algo mejor que uno de los peores coches de la Fórmula 1 en estos momentos.
Atentamente
Christian Nimmervoll
Nota: Esta columna refleja mi percepción subjetiva. Cualquiera que no esté de acuerdo conmigo es bienvenido a discutirlo en comentarios o redes sociales.
En este artículo
Christian Nimmervoll
Fórmula 1
Nico Hulkenberg
Sauber F1 Team
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