No nos dio tiempo a mucho: recibimos la Orbea Denna M11e justo antes de su lanzamiento a nivel mundial y, para poder salir con el artículo ese mismo día, solamente pudimos realizar una breve toma de contacto.
Ahora, tras unas semanas con ella, lanzamos esta prueba en la que, ahora sí, hemos podido extraer unas conclusiones donde asegurar que hay pocas Gravel eléctricas como esta en el mercado.
Por norma, las Gravel eléctricas tienen más de bicicletas ‘light’ que de otra cosa: por su construcción, son bicicletas ligeras que no necesitan de altas dosis de potencia para rodar con solvencia. Y más si tiene, como nuestra Orbea Denna, un ligero cuadro de carbono.
Este se ha confeccionado con la fibra de carbono OMR de la marca que no es la más exclusiva que posee: la OMX es muy ligera y, de momento, está destinada a las bicicletas ‘pulmonares’ más competitivas de la marca. Eso sí, el nivel de acabados está a una grandísima altura.
Nuestra Orbea Denna es el modelo M11e (9.999 euros), el más exclusivo de los Gravel (hay una M10i por el mismo precio pero de orientación asfáltica), por lo que el equipamiento es muy de alta gama: ello implica, por un lado, un funcionamiento muy exquisito y, por otro, un peso de cada componente muy ajustado. Todo esto lo comentamos para refrendar el lado ‘light’ de nuestra Denna: el peso que hemos verificado es de 13,4 kg.
Otro aspecto: el motor. Decimos que esta bicicleta es una ‘light’ con espíritu ‘full power’, ¿por qué? Pues porque, además del peso, el motor es el Shimano EP8 RS Gen 2 RC, una unidad específica de la marca japonesa para Orbea, con una entrega de potencia muy suave que sigue el patrón de los motores de corte ‘light’, es decir, que tratan de acompañar más a la pedalada del ciclista que otra cosa.
Pero este motor, ya visto (y probado por nosotros) en las Orbea Rise 2024 tiene una sorpresa: y es que ofrece un modo Boost que puede alcanzar los 85 Nm de par motor, a la altura de los modelos más potentes del mercado.
La verdad es que no teníamos muy clara la motivación de Orbea por poner un potente motor en una Gravel tan ligera: y, a día de hoy, seguimos sin entenderlo del todo. Pero, y también es cierto, que no pasa nada por disponer de ese modo Boost tan potente ya que no supone un funcionamiento inadecuado del resto de modos.
Lo que tiene, y que nos parece fundamental, es un rendimiento muy natural, con poca intromisión, permitiendo una conducción suave y fluída. Es un tópico el decir que la entrega de potencia casi ni se nota, pero es que en esta Denna es así: a veces descubrimos que rodamos con el motor y ni nos hemos enterado.
Este motor viene con dos mapas de potencia preconfigurados desde fábrica: un modo Gravel y un modo Gravel Plus. En cada mapa, existen 3 modos de aporte de potencia: Eco, Trail y Boost. Y todos vienen con unos ajustes de fábrica digamos que conservadores. Y nos parece bien dado el planteamiento de la Denna. Pero como lo que queremos es ver hasta dónde llega una Gravel con 85 Nm de par, hemos hecho lo siguiente: el mapa Gravel lo hemos dejado tal cual, es decir, con un modo ECO que llega a los 20 Nm, un modo Trail que se va a los 27 Nm y un Boost con 42 Nm.
El modo Gravel Plus venía de serie con un ECO a 27 Nm, un Trail a 34 Nm y un Boost a 56 Nm. Nosotros, a lo grande: hemos modificado el modo Boost subiéndolo a los 85 Nm. Sí, ya sabemos que un salto tan grande entre el Trail y el Boost no tiene mucho sentido, pero creemos que tampoco necesitamos tanto aporte en los dos primeros modos.
Lo que no queríamos tampoco era gastar batería donde que habitualmente no consumimos mucho, así que solo tocamos el Boost…
Lo bueno es que es facilísimo modificar los aportes a través de la App E-Tube de Shimano, para que cada uno juegue con el rendimiento del motor. Porque es que, además, podemos cambiar la manera de entregar la potencia o la forma de cortar el aporte cuando pasamos de 25 Km/h…¡Fantástico!
Lo reconocemos: nos gusta que una bicicleta de este tipo nos permita un uso lo más similar posible a una bicicleta sin motor y, con los aportes del modo Gravel hemos rodado muy a gusto. El modo ECO nos lleva por casi todos los sitios y el Trail nos empuja cuando las piernas comienzan a fallecer. El modo Boost, en contadísimas ocasiones.
Lo mejor, es que la potencia fluye con suavidad. Esta unidad EP 8 RS Gen 2 RC casi ni se nota: y es que, además, notamos un ruido menor que otras unidades EP8 que hemos probado. El corte al llegar a los 25 km/h es imperceptible lo que hace que ‘pilotar’ la Denna M11e ofrezca sensaciones de bicicleta sin motor.
¿Y el modo Boost con 85 Nm? Hubiéramos hecho los mismos kilómetros sin ese modo sin ningún problema. Pero, todo hay que decirlo, nos lo hemos pasado genial: hemos descubierto el placer de subir casi como una moto con la Denna.
Un ejemplo: un día se nos fue la ruta de las manos y se nos hacía tarde. Y, lo que nos quedaba hasta llegar a nuestra casa era cuesta arriba: ‘no problem’, modo Boost con 85 Nm y a volar. Es cierto que habíamos conservado mucha batería, porque este modo, lógicamente, consume ‘de lo lindo’. ¿Es imprescindible tener 85 Nm en esta bicicleta? Pues no. Ahora, ya que los tenemos….
La batería de 420 Wh es más que suficiente: como decimos, en una bicicleta de estas características rodamos mucho sin asistencia ya que en llano la Denna va por encima de los 25 km/h con suma facilidad.
Una ruta de 80 km, dependiendo de la orografía, puede llevarse entre el 30 y el 40 % de la capacidad de la batería, lo que no es mucho. Podemos andar tranquilamente realizando salidas de unos 100 km que, a poco que seamos conservadores, nos va a sobrar la mitad de la batería.
Sabemos que existe un Range Extender de 210 Wh (449 euros): al igual que lo recomendamos en bicicletas de montaña, en esta Denna M11e nos lo ahorraríamos e invertiríamos en, por ejemplo, el display de Shimano, el EN600 (149 euros). De esa manera tendríamos información a la vista, como, precisamente, el remanente de nuestra batería.
Y es que es un engorro no poder tener más info a mano que una minúscula luz led que avisa cuando llegan los momentos fatídicos: si queremos consultar en la App lo que nos queda de batería con exactitud, tenemos que detenernos, apagar la bicicleta y volver a encenderla. Mal asunto.
El rendimiento de la Denna M11e es casi calacado a una bicicleta sin motor. Sin irnos más lejos, una Orbea Terra (la gravel pulmonar de la marca) tiene unas dimensiones muy similares: por ejemplo, en talla M (la nuestra), la Denna tiene una distancia entre ejes de 1.040 mm y unas vainas de 425 mm. La Terra lleva los ejes a 1.029 mm y las vainas son de 420 mm.
Eso hace que nuestra Denna M11e sea muy reactiva, tanto por la geometría como por la mencionada ligereza. Las ruedas Oquo, además, ayudan por su fabricacion en fibra de carbono. En esa reactividad y/o aceleración, también tiene mucho que decir la transmisión: es verdad que el precio de la nueva Sram Red XPLR AXS es de otra galaxia y que ello contribuye a que la Denna M11e no sea barata pero, funcionar, funciona a la perfección, siendo extra rápida en la actuación.
Es lo que tiene el hecho de que sea de 13 velociades, que los saltos entre uno u otro piñón son mínimos y el escalado casi perfecto. El cassette muestra, junto con el plato, una relación de transmisión muy adecuada: el plato es de 42 dientes y el cassette 10-46 dientes.
El tacto de las manetas, de fibra de carbono, es espectacular, y el accionamiento del cambio, fabuloso, pudiendo cambiar de marchas también con unos mini botoncitos que hay en los escaladores, aunque creemos que son de dudosa funcionalidad dado lo fáciles que son de actuar los pulsadores de las manetas.
Por cierto, somos defensores acérrimos de los frenos de Shimano, hasta que han caído en nuestras manos los Sram Red de esta Denna M11e. Simplemente fantásticos: uno de los mejores que hemos probado, con un perfecto compromiso entre un buen tacto, una gran dosificabilidad y alta potencia de frenada.
Algo que, en esta bicicleta, nos ha dejado un poco contrariados: las bielas. Ver esa fantástica transmisión Sram Red XPLR AXS, esos frenos Sram Red con esas preciosas pinzas, esas ruedas Oquo Road Control MC25Team de fibra de carbono con bujes Zipp, ese manillar Easton EC90AX de carbono… y luego ver las bielas de aluminio Shimano Steps EM600 que parece que las han sacado de una bicicleta de gama media… No decimos más.
Esta Orbea Denna M11e nos ha cautivado: nos gusta mucho el Gravel y realizar rutas con ella como si no tuviera motor ha sido un placer. Además, cuando el motor hace acto de aparición, es de una manera dulce. Pero es una bicicleta con rabia, si queremos buscarla las cosquillas las encontraremos, porque esta Denna corre mucho, más que la mayoría de las e-Gravel.
Dicen que la sociedad actual es inconformista y que lo quiere todo: esta Denna M11e es un ejemplo. Con ella no tenemos que renunciar a nada. ¿Un comportamiento de Gravel pulmonar? Lo tiene. ¿Un motor con un rendimiento ‘light’? También lo tiene. ¿Un motor ‘full power’ al nivel de las emtb? ¡Pues claro que lo tiene!
¿Defectos? Ya lo hemos dicho y, por el hecho de ser solo uno, lo podemos pasar por alto: las bielas. El resto de los componentes son de categoría y eso hace que el precio de esta Denna M11e no sea una ganga precisamente. Pero está por debajo de gran parte de las e-Gravel de la competencia.
Comentar que, para redondear el test de esta Denna M11e vamos a competir en La Orbea Monegros que celebra su 25ª edición.
Como novedad, las bicicletas eléctricas van a tener su propia categoría y allí estaremos con nuestra Orbea y, por supuesto, daremos habida cuenta de las experiencias extraídas en una de las más duras pruebas cicloturistas: participaremos en la categoría Maratón, con 113 km y un desnivel positivo de 1.200 mts, un escenario ideal para una Gravel como esta fantástica Orbea Denna M11e.
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