Título: Harta de Elon Musk, una propietaria cambió su Tesla por un BYD, pero no todo salió como esperaba
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La competencia entre BYD y Tesla se intensifica en el mercado europeo, donde la empresa china ha superado a su competidora estadounidense, impulsada por una reducción del 46,1% en las matriculaciones de Tesla. Se sugiere que la creciente exposición política de Elon Musk ha tenido repercusiones negativas para la marca, afectando tanto su imagen como sus ventas.
El descontento hacia Musk ha traspasado fronteras, impactando incluso a propietarios de vehículos. Este es el caso de Mahican Gielen, una residente danesa que decidió vender su Tesla y optar por un modelo de la competencia. En una entrevista con Business Insider, Gielen expone los motivos que la llevaron a cambiar su Tesla por un BYD, influenciada por las decisiones del CEO, así como por ciertos aspectos del servicio de la compañía.
Mahican Gielen, radióloga de profesión y residente en Hjørring, una ciudad al norte de Dinamarca con aproximadamente 25.000 habitantes, adquirió su Model 3 hace tres años y había estado entusiasmada con la marca. “Llevaba años queriendo un Tesla”.
No obstante, comenzó a sentir decepción cuando la compañía redujo los precios poco después de su compra, lo que afectó negativamente al valor de reventa de su vehículo. La gota que colmó el vaso fue la participación de Musk en la administración de Donald Trump, lo que, según Gielen, desvió la atención de la innovación automotriz hacia controversias políticas. “Simplemente ya no quería tener más dolor de cabeza. El camino que ha tomado Musk es extremadamente frustrante. Me duele mucho porque yo apoyaba mucho a la marca. Creo que es triste para una empresa que era tan prometedora y que podría haber hecho mucho más”, confesó.
Estos factores, sumados a la convicción de que la marca no mejoraría en el futuro, llevaron a Gielen a vender su Model 3 por unos 22.000 dólares (19.400 euros), una cifra significativamente inferior a los 50.000 dólares (44.100 euros) que había pagado en 2022. Su elección posterior fue clara: adquirir un BYD Sealion 7.
La propietaria, que ahora posa feliz con su nuevo coche, destaca la calidad de construcción del BYD, comparándola con la de un Mercedes-Benz. También resalta otros aspectos como su diseño y los botones físicos en el interior, algo que había echado de menos en su Tesla.
A pesar de que reconoce que el software del coche chino no es tan intuitivo y es algo más lento en comparación con el coche americano, admite que le gusta. También valora la practicidad y robustez del BYD: “Siempre le digo a la gente que el Tesla parecía un coche de juguete comparado con este, porque siempre traqueteaba”, explicó.
Sin embargo, Gielen confiesa que extraña algunos aspectos del Tesla, aunque está satisfecha con su decisión. Por ejemplo, lamenta la ausencia de la función que permitía al coche americano bloquearse y desbloquearse automáticamente al llevar el teléfono en el bolso.
Editado con FGJ CONTENT REWRITER
