Título: Red Bull obligó a McLaren a mostrar todo su potencial #F1 #FVDigital
En el reciente Gran Premio de España, celebrado en un circuito reconocido por su alta degradación de neumáticos y temperaturas que alcanzaron los 50 °C, la gestión de los compuestos se convirtió en un aspecto crucial para todos los equipos participantes. Las expectativas eran elevadas para McLaren, que aspiraba a un doblete en el podio. Sin embargo, la única estrategia que logró desafiar al equipo británico fue la audaz táctica de tres paradas implementada por Red Bull.
Diseñada para contrarrestar la principal fortaleza de McLaren en la Fórmula 1: su capacidad para gestionar neumáticos en largas tandas, la estrategia de Red Bull se estableció como la única opción viable para competir con sus rivales británicos. Aunque esta táctica mostró potencial en ciertos momentos de la carrera, no logró el impacto deseado.
La decisión de Red Bull se basó en la observación del rendimiento de Lando Norris, quien demostró tener el ritmo necesario para superar a Max Verstappen en pista. Este contraste es notable en relación con la temporada anterior, cuando la indecisión del británico fue clave para la victoria del tetracampeón en 2024. En esta ocasión, quedó claro que se requería un enfoque diferente para ejercer presión sobre McLaren.
“Al observar el desarrollo de la carrera, decidimos implementar la estrategia de tres paradas. Tomamos esa decisión bastante pronto porque comprendimos que en una batalla directa no podríamos contrarrestar el ritmo y la ventaja de McLaren en la gestión de neumáticos”, afirmó Christian Horner, jefe de equipo de Red Bull, al concluir la competencia.
En las últimas carreras, se ha evidenciado que Verstappen intenta mantener el ritmo de los McLaren al inicio, pero eventualmente es superado por la superioridad del MCL39 en el cuidado de neumáticos. Por lo tanto, Red Bull centró su estrategia en una carrera ofensiva, aprovechando la efectividad del neumático blando en Barcelona, que se destacó como el mejor compuesto del fin de semana.
En contraste, el compuesto más duro, el C1, presentó un rendimiento deficiente, deslizándose sobre el asfalto sin alcanzar el agarre mecánico esperado, a pesar de que la superficie del circuito es relativamente abrasiva.
Red Bull optó por atacar con velocidad, en lugar de igualar la capacidad de gestión de neumáticos de McLaren, una táctica que parecía adecuada para este trazado, que teóricamente favorecía las características del RB21, diseñado para curvas largas y rápidas. No obstante, la estrategia de tres paradas también implicaba desventajas significativas, como los 22 segundos adicionales requeridos para una tercera parada, además del tráfico que siempre obliga a los pilotos a exigir más a sus neumáticos.
Durante la segunda parada, cuando Verstappen cambió a neumáticos medios, el equipo Red Bull decidió monitorear cuidadosamente la distancia con Lewis Hamilton, asegurándose de que Max saliera por delante de él mientras intentaban extender su stint. Fue en ese momento cuando la carrera se tornó realmente interesante.
En los primeros compases, McLaren mantenía a su rival bajo control sin sentir una amenaza real. Sin embargo, cuando Verstappen comenzó a presionar, la dinámica de la carrera cambió drásticamente.
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