Mientras conquista Europa, BYD sufre en China: reducen la producción y ralentizan proyectos

Mientras conquista Europa, BYD sufre en China: reducen la producción y ralentizan proyectos

Estamos acostumbrados a que cada noticia que damos de BYD esté relacionada con un gran hito, un nuevo lanzamiento o una atractiva oferta. Los chinos nos han acostumbrado a un ritmo de noticias impresionante. Su presencia en Europa es cada vez mayor. Más coches, más puntos de venta e incluso más fábricas. Los de Shenzhen pronto empezarán a producir sus primeros coches en el Viejo Continente mientras preparan los cimientos de una segunda fábrica en Turquía. Sin embargo, la situación en China es algo más compleja. La competitividad es brutal y aunque BYD es el actor protagonista, también está sufriendo las consecuencias tal y como avisan diversas fuentes a Reuters.
La guerra comercial ha llegado al país. Se estima que son más de 130 marcas diferentes las que pelean en el mercado eléctrico. China ha transformado su industria en apenas una generación. Muchos fabricantes y demasiados modelos diferentes que tratan de hacerse un hueco en un mercado de decenas de millones de unidades. BYD ha dado un golpe en la mesa al iniciar una batalla de precios que ya está causando estragos en la oferta. Como principal fabricante del país, BYD quiere reducir la competencia con sus bajos precios, pero puede que la estrategia no esté teniendo el efecto que habían imaginado.
Tal y como cita el ya mencionado medio, los concesionarios de BYD tienen demasiado stock acumulado. Según una encuesta realizada en mayor por la Asociación de Concesionarios de Automóviles de China reveló que BYD tiene un inventario promedio de 3,21 meses, el más alto entre todas las marcas en China, mientras que el inventario medio de la industria es de 1,38 meses. Ante el aumento de los niveles de inventario, a principios de junio, la Cámara de Comercio de Concesionarios de Automóviles de China instó a los fabricantes de automóviles a dejar de vender tantos coches a los concesionarios y a establecer objetivos de producción razonables basados ​​en las cifras de ventas.
Para reducir la oferta acumulada, BYD ha recortado turnos de trabajo y ha reducido la producción de algunas de sus fábricas a un tercio de la capacidad. Si bien todavía no hay anuncio oficial, las fuentes aseguran que BYD también ha suspendido algunos planes para establecer nuevas líneas de producción. La compañía, que vendió 4,27 millones de vehículos en todo el mundo el año pasado, cuenta con al menos siete fábricas en China y se ha fijado un objetivo de crecimiento de casi el 30%, hasta alcanzar los 5,5 millones de unidades este año. Un valor muy alto teniendo en cuenta la competitividad del mercado y los resultados de stock.
Mientras tanto, mirando al extranjero, BYD sigue adelante con sus planes de conquista mundial. Presente en cada vez más países fuera de China, regiones como Sudamérica y Europa pueden convertirse en el bote salvavidas de la empresa. La compañía ya cuenta con su particular flota de barcos que transportan miles de coches en cada viaje. A pesar de las buenas cifras cosechadas en el extranjero, BYD todavía vende el 80% de sus coches en el mercado nacional. La delicada situación, según aseguran, no exclusiva a BYD. Si bien pueden ser los más afectados, el resto de compañías también sufre para mantenerse a flote en plena guerra de precios.
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