Durante el pasado Salón del Automóvil de París, los principales directivos del sector automovilístico europeo aprovecharon el evento para abordar temas clave como la competencia con China, los aranceles a los vehículos eléctricos y el futuro del coche en Europa. Uno de los discursos más destacados fue el de Luca de Meo, CEO de Renault hasta que deje el puesto el próximo 15 de julio, quien ofreció una visión clara y directa sobre cómo Europa puede recuperar competitividad frente a los fabricantes chinos.
De Meo aseguró que el viejo continente tiene el potencial para rivalizar con China en el sector del automóvil, pero advirtió que es necesario adoptar un nuevo enfoque. Según el directivo, los fabricantes europeos deben dejar de buscar constantemente «la fórmula secreta» y comenzar a reutilizar componentes existentes, tal y como hacen las marcas chinas, para así optimizar procesos y reducir costes de producción.
El objetivo no es solo mejorar la eficiencia industrial, sino también reducir el precio final de los coches eléctricos y acercarlos a los niveles de sus equivalentes chinos.
Como muestra del camino que Renault quiere seguir, De Meo mencionó el futuro Renault Twingo eléctrico, un modelo que se lanzará en 2026 y cuyo precio será inferior a 20.000 euros. Este modelo se sumará a la nueva generación eléctrica iniciada por el Renault 5 y el Renault 4, que ya están disponibles en España.
Además, el directivo recordó que mientras el mercado chino sigue centrado en SUV de tamaño medio y grande, Europa cuenta con una ventaja histórica en el desarrollo de vehículos urbanos compactos, más adaptados a las necesidades de movilidad europea.
Sin embargo, De Meo también expresó su preocupación por la hoja de ruta medioambiental que Bruselas ha impuesto al sector. Junto al CEO de BMW, Oliver Zipse, solicitó a la Unión Europea que reconsiderase los plazos actuales de reducción de emisiones, especialmente los objetivos fijados para 2025, ya que «la industria eléctrica aún no está preparada para cumplirlos». De hecho, Bruselas atendió a estas peticiones que también se hacían desde otras partes del sector, por lo que ha sido posible para los fabricantes evitar las posibles multas millonarias que habrían tenido un impacto muy negativo para estos. No se han eliminado los límites, pero darán de margen hasta 2027 para compensar los excesos previos.
Asimismo, el CEO de Renault cuestionó la viabilidad de la prohibición de los motores de combustión para 2035, y defendió un enfoque más gradual, alineado con la demanda actual del mercado, donde los vehículos híbridos siguen siendo los preferidos por los conductores. No en vano, estos han sido la gran apuesta de Renault en los últimos años.
Temas
Luca de Meo, ex CEO de Renault, ya dijo que la única opción es trabajar como chinos (y lo sigue pensando)
