Por fin ha llegado a Europa el Mazda 6e, la berlina eléctrica de la marca y el que muchos consideran el coche eléctrico más bonito del mundo. No es el primer coche eléctrico de Mazda -ese fue el Mazda MX-30– pero sí cuenta con la última tecnología y destaca por su eficiencia -homologa un consumo de 16,5 kWh/100 km-, fruto de la alianza de Mazda con el constructor chino Changan.
Sin entrar en opiniones acerca de si es el coche eléctrico más bonito del mundo, lo cierto es que este vehículo, de 4,92 metros de longitud, 1,89 de ancho y 1,49 m de altura, sí resulta de lo más elegante y muestra el toque deportivo propio de la marca de Hiroshima.
Cuenta con la tecnología de Changan en cuanto a plataforma y motores, no en vano recurre a la plataforma EPA1 del fabricante chino y, de esta forma, el Mazda 6e -denominado EZ-6 en China, donde se vende desde finales de 2024- es pariente de la berlina Changan Shenlan SL03, denominada Deepal L07 a partir de finales del pasado año.
Pero Mazda ha revisado el diseño de este vehículo para dotarlo de una innegable imagen de familia y, de esta forma, en Europa lo vende como 6e, emparentándolo con su histórica berlina media: el Mazda 6.
Dentro de esa imagen de familia, cabe destacar la impronta de deportividad y tecnología con la que cuentan los productos de Mazda. Y como muestra de la primera valgan la silueta estilizada del que muchos denominan el coche eléctrico más bonito del mundo, que cuenta con llantas de 19 de serie en toda la gama.
A lo anterior se suma una parrilla afilada donde no falta la tradicional calandra de la marca -que cuenta con una iluminación dinámica que indica el nivel de carga del vehículo-, unos faros afilados y, en la zaga, una serie de pilotos redondos que rinden homenaje a anteriores diseños de la marca.
Pero, en la parte trasera, este Mazda presenta una de sus sorpresas: un difusor que se despliega y retrae bien según la velocidad -se despliega a partir de 90 km/h y se repliega cuando la velocidad decae por debajo de los 50 km/h- o según lo quiera el conductor; quien puede manejarlo desde la pantalla central del vehículo siempre que el vehículo funcione bajo el modo de conducción Sport; uno de los tres con los que cuenta el vehículo.
En el interior, se mantiene un diseño inspirado en la tecnología y que destaca, como ya es tradición en los coches eléctricos, por la presencia de dos pantallas; a los que suma un vistoso Head Up Display.
La primera, de 10,2 pulgadas, sirve de cuadro de instrumentos, y se ve muy bien, aunque consideramos que un tamaño de las letras del menú algo mayor haría que la lectura fuera más fácil e inmediata. Y la segunda, de 14,6”, sirve ‘para todo’. Y es que además de controlar el apartado multimedia, a través de esa pantalla se controlan todos los menús y características restantes del vehículo, incluyendo desde la gestión de la frenada regenerativa -en cuatro niveles, todos ellos con escasa diferencia entre sí e incluso el más alto con una respuesta siempre suave para con el conductor- pasando por la orientación de los retrovisores exteriores o el HUD.
Una cuestión, la tecnología de gestión total a través de la pantalla central- que denota el origen chino de la plataforma de este vehículo- y a la que los clientes tradicionales de Mazda no están para nada acostumbrados, pero que en este coche Mazda ha intentado paliar con la presencia de una hilera de 12 botones fijos situados en la parte baja de la pantalla -de los que seis se pueden personalizar fácilmente- y la presencia, en el volante, de dos botones que también permiten personalizar su función.
Más allá de esta pantalla, hay que señalar que las butacas delanteras de este Mazda 6 ofrecen una buena sujeción y apoyo lumbar pero que, a la vez, cuentan con una espuma firme. Durante nuestra prueba, de unas dos horas de duración, no nos han resultado incómodas, pero es un aspecto que los posibles compradores deberán tener en cuenta.
Por espacio, dos ocupantes de 1,90 viajarán cómodos pero ojo porque a poco que midan algo más, y si se sientan muy erguidos, podrán rozar con la cabeza con la tela que cubre el techo solar panorámico, de serie en cualquiera de los dos acabados.
En cuanto a los acabados, hay que señalar que todos los ajustes entre piezas son buenos. Y que los materiales de la parte superior del salpicadero y de las puertas no tienen tacha: plásticos texturizados simulando cuero oscuro y la presencia de una tapicería de piel Nappa en color camel en el acabado Takumi Plus. En el Takumi, el de acceso de este vehículo, la piel es sintética y se puede elegir en tono oscuro o blanco.
Ahora bien, en los acabados encontramos el primer ‘pero’ de este coche. Y es que los plásticos de la zona media y baja de las puertas así como de la parte inferior de la consola central se sitúan un escalón por debajo de la presencia y calidad habituales en Mazda. También quedan por debajo del estándar de otros modelos de la marca el tacto general de las palancas y mandos -sólo correcto- los plásticos, duros y de aspecto mejorable, de los revestimientos de los montantes o de las diferentes guanteras; o la calidad de realización de los parasoles, de los cromados o de los aireadores de la consola central.
En las plazas traseras, la dualidad de buenos acabados en la zona superior de las puertas y plásticos mejorables en el resto continúa. Pero, en cuanto a espacio, dos pasajeros de 1,85 metros viajarán cómodamente.
Y el límite no lo pone el espacio para las piernas -logrado pese a que, bajo los asientos, apenas haya espacio para que los pasajeros introduzcan los pies- sino la propia línea del coche, que desciende a la altura de la cabeza de los pasajeros posteriores. Por eso, a poco que midan algo más de ese citado 1,85 metros, podrán rozar con la coronilla en la parte trasera del techo.
Cabe señalar que estas plazas cuentan con un modulo en el que los pasajeros traseros pueden regular la climatización de estas plazas, así como manejar el techo panorámico -en el acabado superior Takumi Plus- o, incluso, desplazar a su gusto la butaca del pasajero delantero. La plaza central, dado su tamaño, mejor para un niño.
Cuestión aparte es el maletero. Y es que si con 466 L -1.074 L si se abaten los asientos traseros- no destaca por capacidad frente a otros modelos eléctricos de su tamaño como el Volkswagen ID.7 -532 L- o el KIA EV6 -490 L- si lo hace por su acceso. Y es que otra de las sorpresas de este coche es que, pese a parecer una berlina de cuatro volúmenes, se trata en realidad de un hatchback y cuenta con un enorme portón que da acceso al maletero.
Un maletero que destaca por su profundidad pero no por su altura -alguna maleta muy voluminosa podría tocar con la bandeja cubre equipajes- ni tampoco por su practicidad. No cuenta con un doble fondo -sí con un hueco bajo el piso donde van ubicados los triángulos de emergencia y el kit reparapinchazos- ni, lo peor, con ganchos laterales o argollas de ningún tipo en el suelo del mismo para organizar y/o sujetar la carga.
Eso sí, en su parte delantera, en el hueco del vano motor, este Mazda añade un ‘frunk’ de 72 L de capacidad, ideal para transportar el cable de carga y una mochila de tamaño medio.
La parte mecánica y de baterías de este Mazda 5e viene dada por su origen Changan. Y, así, la berlina eléctrica japonesa, a la que algunos ya denominan el coche eléctrico más bonito del mundo, se ofrece con dos motorizaciones, ambas con tracción únicamente a las ruedas posteriores y de 258 CV y 245 CV respectivamente -ambas con 320 Nm de par-.
En cuanto a prestaciones, ambas versiones alcanzan los 175 km/h, y si bien la motorización más potente acelera de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos, la otra lo hace en 7,8 segundos.
La principal diferencia entre ambos, como se puede ver, no estriba en su potencia, prestaciones o par, sino en la batería a la que van acopladas. Así, el motor más potente se asocia exclusivamente a una batería de tipo LFP fabricada por CATL y que tiene 68,8 kWh de capacidad, lo que se traduce en una autonomía de 479 km en ciclo combinado.
Por su parte, la versión de menor potencia -denominada Long Range- va siempre unida a una batería NCM de origen Changan pero de 80 kWh, que homologa para este coche una autonomía de 552 km en recorridos combinados.
Pero el problema ya no es tanto la poca diferencia entre ambas opciones e incluso algo escasa autonomía para la versión Long Range -la misma versión de un Tesla Model 3 alcanza los 702 km- sino en la diferencia de capacidad de carga.
Así, la batería de la versión menos potente puede recargar, conectada a corriente continua, hasta a 165 kWh; lo que le permite recargar del 10 al 80% en tan sólo 22 minutos. Mientras, la batería de la versión Long Range tarda para la misma operación, 45 minutos. Consecuencias de una capacidad máxima de carga baja para los estándares actuales: sólo 90 kWh. En corriente alterna, ambas versiones del Mazda 6e cargan a un máximo de 11 kWh.
En cuanto a los acabados, el Mazda 6e se vende con dos: Takumi y Takumi Plus. Si bien el primero ya ofrece mucho equipamiento, como los citados techo solar, HUD o llantas de 19” -sobre neumáticos 245/45-; también cuenta con navegador, conectividad inalámbrica con Android Auto y Apple Car Play, un equipo de audio Sony con 14 altavoces, cargador inalámbrico para smartphones, acceso sin llave, asientos delanteros calefactados y ventilados, tapicería en cuero vegano…
Una dotación a la que, por 1.650 euros de diferencia, el Mazda 6e Takumi Plus añade el interior en piel Nappa en tono camel y una cortinilla eléctrica para cubrir el techo panorámico.
Durante una mañana, tuvimos la oportunidad de probar una unidad del Mazda 6e Long Range por los alrededores de Dusseldorf, en Alemania.
De entrada, es un coche que ofrece un logrado aislamiento -aunque en el interior se filtra algo de ruido de rodadura -culpa de esos neumáticos en medida 245, algo excesiva- y una suspensión con buen equilibrio entre confort y dinamismo, a lo que se une una amortiguación más bien firme. Así, las irregularidades en el asfalto se dejan notar en el habitáculo, aunque suficientemente filtradas.
Pero, a cambio, el coche se tiene bien y muestra aplomo en todo momento, incluso en curvas lentas, ofreciendo leves inclinaciones de carrocería en momentos de cabeceo, como frenadas o aceleraciones fuertes.
Y hablando de frenada, hemos de señalar que al menos en estas unidades, preserie, y a baja velocidad, el freno contaba con una leve zona de recorrido en vacío, a la que luego sigue una frenada con una mordiente constante, no muy contundente, y que permite planificar perfectamente la detención del vehículo.
A velocidades medias y elevadas, sin embargo, el pedal de freno mostró una resistencia homogénea a lo largo de todo el recorrido, agradable y suficiente para detener este Mazda, que supera por poco las dos toneladas de peso. Algo que hay que reconocer al equipo de frenos, equipado con discos ventilados delante y discos detrás, de 310 y 306 mm de diámetro respectivamente.
Por otro lado, hay variables del comportamiento de este Mazda 6e, al que desde Mazda señalan que se ha puesto a punto para los gustos de los conductores europeos, que varían sobremanera en función de los modos de conducción elegidos.
Y es que este Mazda 6e cuenta con tres modos: Normal, Sport e Individual. Si bien los dos primeros suponen una configuración predeterminada, en el modo Individual el conductor puede modificar desde la entrega de potencia -Normal y Sport, en la que la segunda presenta una respuesta más viva y una entrega más contundente de potencia del propulsor- hasta la respuesta de la dirección; asimismo con dos programas: Normal y Sport. Y si en la primera opción la dirección ofrece muy poca resistencia y se siente poco precisa; en el segundo ya ofrece un tacto más pesado, más cercano a lo habitual en los Mazda.
Asimismo, en el modo Individual el conductor también puede seleccionar hasta cuatro niveles de frenada regenerativa: Low, Normal, Mid y High. Desde la primera, que equivalente prácticamente a una retención nula, existen poca diferencia entre los cuatro niveles, llegando en el modo High a una retención que nunca causa sobresalto al conductor ni supone deceleraciones excesivamente notables.
Por otro lado, los modos predeterminados de conducción Normal y Sport muestran dos vertientes bastante diferenciadas, con el primero pensado para una conducción cómoda y para ciudad y, el segundo, para una conducción dinámica dada la mayor dureza de la dirección y una entrega más contundente de potencia.
Por último, hay que hablar del consumo. Si bien este coche homologa 16,5 kWh/100 km -16,6 kWh/100 km la versión de menor autonomía-, lo cierto es que, durante nuestra prueba, el coche se ha mostrado parco y ha registrado una media cercana a 15,5 kWh/100 km, con consumos en torno a 14 kWhh/100 km en ciudad y carreteras locales y rondando los 20 kWh/100 km en autovía a velocidades legales.
De cualquier forma, el recorrido de la prueba -más centrado en carreteras locales- no nos parece suficiente para poder asegurar estas cifras y, dado que otros compañeros han registrado medias cercanas a los 18,5 kWh/100 km, quedamos a la espera de una prueba para asegurar este dato.
Mazda ya ha comunicado los precios oficiales de este Mazda 6e, quizá el coche eléctrico más bonito del mundo, que parten desde los 43.725 euros. Ahora bien, Mazda ofrece hasta 4.910 euros de rebaja en toda la gama como suma de descuentos comerciales, por financiación y por fidelidad a la marca -700 euros-, por lo que el Mazda 6e puede conseguirse desde los 38.815 euros; desde 39.515 euros si no has tenido un Mazda anteriormente.
Así las cosas, presentamos a continuación los precios oficiales, con descuentos, pero exceptuando aquel de fidelidad a la marca.
Mazda 6e Takumi E-Skyactiv EV: 39.515 euros.
Mazda 6e Takumi E-Skyactiv EV Long Range: 41.115 euros.
Mazda 6e Takumi Plus E-Skyactiv EV: 41.165 euros.
Mazda 6e Takumi Plus E-Skyactiv EV Long Range: 42.765 euros.
A estos precios, además, se le pueden sumar las ayudas de hasta 7.000 euros del Plan MOVES III, con lo que, en el mejor de los casos, sumando la rebaja por fidelidad a la marca y las máximas ayudas, un Mazda 6e Takumi costaría a partir de 31.815 euros. El coche llegará a los concesionarios a finales de verano y las primeras entregas a clientes tendrán lugar el próximo mes de septiembre.
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Probamos el Mazda 6e, el 'coche eléctrico más bonito del mundo': tecnología y eficiencia con algún 'pero'
