¡Adiós a Nanjing! Volkswagen cierra su primera fábrica en China sin preocupantes consecuencias

¡Adiós a Nanjing! Volkswagen cierra su primera fábrica en China sin preocupantes consecuencias

La situación del Grupo Volkswagen ha mejorado durante los últimos meses. El 2024 fue un año complicado para el conglomerado alemán, pero por suerte la situación parece estar cambiando a su favor, lenta, pero progresivamente. Tras reducir los beneficios un 60% durante el tercer trimestre del año pasado, los alemanes han ejecutado planes de ajuste que, lamentablemente, han supuesto el despido de muchos trabajadores y el cierre de algunas fábricas. Hoy sabemos que la primera fábrica de Volkswagen en China acaba de cerrar sus puertas. La planta de Nanjing cesa todas las operaciones.
Durante gran parte del curso anterior surgieron rumores sobre el cierre de dicha fábrica. Fuentes alemanas adelantaron la clausura, pero no ha sido hasta ahora cuando el grupo alemán ha confirmado la noticia a Automobilwoche. Se trata de la primera fábrica que Volkswagen cierra en China, actualmente convertido en el mayor mercado automovilístico del planeta. Sólo el año pasado, China firmó más de 34 millones de matriculaciones de vehículos nuevos. Un volumen que supera a las operaciones firmadas por Estados Unidos y Europa, juntos. A pesar de la triste noticia, se trata de un problema menor para la marca.
Si bien es la primera fábrica china que cierran los alemanes, no es la única que ha tenido problemas. El Grupo Volkswagen se retiró de la controvertida fábrica de Xinjiang. La planta se vendió, pero no se cerró -técnicamente hablando no es lo mismo-. Las instalaciones de Anting también sufrieron contratiempos ante la falta de trabajo. Tras detener las operaciones de forma intermitente, Volkswagen decidió cambiar de rumbo. Hoy la planta sigue utilizándose como un centro de investigación y desarrollo. Nanjing es la única que ha cerrado sus puertas definitivamente dejando a 2.500 trabajadores en el paro.
Inaugurada en 2008, la planta de producción de Nanjing fue diseñada inicialmente para una capacidad de producción de 360.000 coches anuales. Sin embargo, esa cifra nunca ha llegado a darse. Durante los últimos años la fábrica ha estado infrautilizada con el ensamblaje de modelos térmicos como el Passat y el Superb para China. Ante semejante panorama Volkswagen ha decidido clausurar el centro que comparte con sus principales socios chinos: SAIC Motor. Tal y como informan fuentes alemanas, el problema de la fábrica es su cercanía al centro de la ciudad, junto con la baja demanda.
Debido a la alta densidad de población las conexiones logísticas eran difíciles, al igual que las conversiones. Por lo tanto, una transformación a la producción de coches eléctricos habría sido costosa e ineficiente. Al parecer, el objetivo es devolver el emplazamiento a la ciudad. Incluso sin la producción en Nanjing, Volkswagen aún opera alrededor de 40 plantas de vehículos y componentes en China, cuya capacidad supera con creces la demanda actual. En Europa, la situación es mucho más tensa. Tras un acuerdo sindical in extremis las plantas alemanas no corren peligro. Peor suerte han corrido las instalaciones de Bruselas. La fábrica cerró sus puertas en febrero dejando 3.000 empleados sin trabajo.
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