China legisla contra la tecnología de los coches eléctricos que más ha cambiado la forma de conducir

China legisla contra la tecnología de los coches eléctricos que más ha cambiado la forma de conducir

Con la llegada del coche eléctrico, el pedal del acelerador ha adquirido nuevas funciones. Ya no se limita a controlar la velocidad, sino que también activa el frenado regenerativo al soltar el pie, permitiendo que parte de la energía se recupere y se almacene en la batería. Implementado por primera vez por BMW en el i3, el conocido como ‘One Pedal Drive’ (conocido con ese nombre en varios fabricantes o ‘e‑Pedal’ en modelos de Nissan), este sistema permite reducir la velocidad simplemente soltando el acelerador hasta detener por completo el coche. A diferencia del freno motor típico de los coches de combustión, esta tecnología transforma la energía del movimiento en electricidad reutilizable, lo que se traduce en una mayor eficiencia, más autonomía y un menor desgaste de los frenos convencionales.
Esta evolución tecnológica ha supuesto un salto en eficiencia, ha alargado la vida útil del sistema de frenos y ha hecho más cómoda la conducción en entornos urbanos, convirtiéndose en una pieza fundamental de la movilidad eléctrica actual. Sin embargo, la seguridad se convirtió en la prioridad tras constatarse comportamientos de riesgo. Varios choques atribuidos a “aceleraciones involuntarias” (SUA, sudden unintended acceleration) en China mostraron que algunos conductores, acostumbrados a levantar el pie para frenar, tardaban en pisar el freno, o lo confundían con el acelerador lo que provocaba accidentes graves Las autoridades chinas respondieron exigiendo que el vehículo no pueda parar completamente sin que el conductor use el freno.
China ha aprobado una nueva normativa nacional, GB 21670‑2025, destinada a redefinir el sistema de frenos en turismos eléctricos e híbridos enchufables. El objetivo: atajar los riesgos asociados al denominado “one‑pedal driving”, una función que permite acelerar y detener el vehículo únicamente con el pie derecho. Esta novedad, que podría tener impacto global, ha generado un intenso debate sobre seguridad y experiencia de usuario.
A partir del 1 de enero de 2027, la nueva legislación prohíbe la frenada completa sin pisar el freno. Los vehículos nuevos no podrán venir configurados por defecto en modo one‑pedal capaz de detener totalmente el coche al levantar el pie del acelerador. Las autoridades chinas se basan en estudios sobre el retraso en la reacción y pisada errónea de pedales en situaciones de emergencia, priorizando un comportamiento conductual más tradicional.
Además, las luces de freno tendrán que activarse cuando se active el sistema de recuperación de energía. Si la desaceleración inducida por la regeneración excede 1,3 m/s², los intermitentes deben encender las luces de freno mientras esta dure, para prevenir colisiones por alcance. Las luces de freno adaptadas a la regeneración no solo informan del frenado al tráfico que circula detrás, sino que también aumentan la coherencia visual para peatones y usuarios vulnerables.
La nueva norma añade el ABS obligatorio (en China no lo era todavía). Esta característica tendrá que ser implementada un año antes. Desde el 1 de enero de 2026, todos los turismos nuevos deberán incorporar sistemas de frenos antibloqueo (ABS), requisito ya vigente en EEUU (2011) y Europa (2004). El requisito del ABS sitúa a China al mismo nivel que Europa y EEUU, cerrando una brecha en equipamientos de seguridad que duraba desde hace dos décadas
Por ahora, el one‑pedal seguirá siendo opcional, es decir, no estará no prohibido si es el conductor el que lo activa de forma manual en cada arranque. Lo que desaparece es su configuración predeterminada.
Para los fabricantes, supone adaptar la experiencia del conductor: ya no bastará con elegir el modo regenerativo más intenso por defecto, sino que habrá que incluir pasos adicionales que activen de manera consciente el one‑pedal. A su vez, deberán ajustar la intensidad para no alcanzar los 1,3 m/s² sin iluminación de freno.
Los conductores se enfrentarán a dos escenarios: renunciar al one‑pedal o activarlo manualmente cada vez, posible con un simple botón o selección en la pantalla. La propuesta de China: la seguridad no puede ser una opción secundaria.
La norma GB 21670‑2025 puede abrir un nuevo frente en la regulación de la conducción eléctrica que podría llegar a Europa y EE.UU. que podrían plantearse restricciones similares si se demuestra que se reducen los accidentes. Hasta ahora, la mayoría de países se han centrado en eficiencia, prestaciones y emisiones. Ahora es la conducta humana la que marca el paso: China impone límites a tecnologías que influyen en cómo conducimos, más allá de su sostenibilidad.
Temas

source