Matemáticos alemanes demuestran que se necesitan muchos menos puntos de carga de las que habíamos imaginado

Matemáticos alemanes demuestran que se necesitan muchos menos puntos de carga de las que habíamos imaginado

Europa se ha propuesto liderar la transición hacia la movilidad eléctrica. Bruselas ha tomado medidas políticas para hacer del Viejo Continente el espacio más limpio y sostenible del planeta. Para ello se necesitan dos cosas, principalmente: coches eléctricos asequibles para la mayoría de conductores y una red de carga que aporte tranquilidad y normalidad. Cada vez hay más puntos repartidos por las carreteras europeas, aunque depende de en qué país nos encontremos hay más o menos facilidad. Ahora, un grupo de matemáticos alemanes asegura que la estrategia se está ejecutando mal. “Simplemente construir es el enfoque equivocado”.
Si bien todo el mundo exige más puntos de carga rápida, algunas empresas están frenando sus inversiones reconociendo la baja utilización de algunas de sus instalaciones y el riesgo económico que conlleva. No basta con poner más puntos de carga pública en las calles y carreteras, la estrategia debe tener en cuenta otros datos que ahora han sido analizados por la Universidad alemana de Duisburg-Essen, dirigida por Jutta Geldermann. Se estima que en Alemania hay un punto de carga por cada 16 coches eléctricos. Una tasa aparentemente aceptable, ¿pero correcta?
Los matemáticos encargados del estudio han tenido en cuenta una larga lista de factores como los datos de movilidad, modelos matemáticos y diversos sistemas de información geográfica. Los resultados han sido bastante esclarecedores. Tomando como ejemplo la ciudad de Essen en Alemania, con una población estimada de 580.000 habitantes, el estudio demuestra que con sólo 118 puntos de carga estratégicamente ubicados son suficientes para cubrir 800 ubicaciones según las necesidades. «Construir sin un plan es un enfoque erróneo», afirma Geldermann.
Los resultados publicados por la Universidad de Duisburg-Essen contradicen la petición de la industria de instalar 1.000.000 de puntos de carga públicos en 2030. Sin una planificación clara de su ubicación y un análisis detallado de su utilización, estas cifras son poco productivas. Factores externos que cada día afectan más a la movilidad como el teletrabajo, los tiempos de inactividad cada vez más prolongados o la carga bidireccional podrían cambiar radicalmente el comportamiento de los conductores europeos. “Se necesita mucha más coordinación entre municipios, servicios públicos y operadores de carga”.
Muchas estaciones y puntos actuales apenas se utilizan. Los datos del centro de información Edison muestran que el uso promedio de un punto de carga alemán es de apenas 25 sesiones mensuales. En algunos casos es de una sola carga. Esto demuestra que “obviamente están en el lugar equivocado”. Si bien las estaciones de carga rápida pueden ser útiles en ubicaciones de alta frecuencia, Geldermann explica que los puntos de carga sencillos de 11 kW son suficientes en muchos lugares. “Si los coches permanecen estacionados en un mismo lugar durante muchas horas, una estación de 11 kW es completamente suficiente”.
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