Red Bull insta a Isack Hadjar a controlar sus emociones como nuevo compañero de Verstappen

Red Bull insta a Isack Hadjar a controlar sus emociones como nuevo compañero de Verstappen

Isack Hadjar inició este martes el próximo capítulo de su carrera dentro del universo Red Bull Racing. Su primera aparición oficial como piloto recién ascendido fue un test de neumáticos Pirelli para 2026.

Como nuevo compañero de equipo de Max Verstappen, Hadjar asume una de las tareas más exigentes de la Fórmula 1. Y no solo porque Verstappen eleva el listón con pura velocidad y ambición incansable. Hasta este 2025, Helmut Marko, asesor de Red Bull, dirigía el programa de jóvenes pilotos bajo un estricto principio de ‘subes o te vas’. En cada escalón, las expectativas crecen viniendo de alguien no precisamente conocido por comunicarse de forma emocional.

Aunque Marko no estará en 2026, en sus últimos Grandes Premios con la escudería ya le dejó claro a Hadjar lo que quieren ver de él. ‘En realidad solo hay una cosa que debamos criticarle: debe controlar mejor sus emociones’, dijo en Abu Dhabi. Con una sonrisa, añadió: ‘El volante no tiene la culpa, diría yo’.

Ver a Hadjar desahogarse golpeando el caro volante de carbono tras un incidente en pista se ha convertido casi en una de sus señas de identidad. La última vez fue tras su accidente en la clasificación de Qatar. Un piloto no puede castigarse a sí mismo mientras está sujeto en el cockpit, así que el volante acaba recibiendo toda la rabia.

Hadjar se exige estándares muy altos, lo que quizá explique estos arrebatos. Cuando ascendió al equipo de Fórmula 1 de Racing Bulls tras quedar segundo en la Fórmula 2 en 2024 por detrás de Gabriel Bortoleto, dentro del management de Red Bull había dudas sobre si estaba preparado para la categoría reina.

En aquel momento casi todo giraba en torno a si Liam Lawson o Yuki Tsunoda debían reemplazar a Sergio Pérez. El ascenso de Hadjar parecía más una consecuencia lógica, como si simplemente fuese ‘el siguiente en la lista’.

Pero, salvo su error en la vuelta de formación del Gran Premio de Australia 2025, Hadjar ha superado las expectativas de muchos expertos y también las de Red Bull. La decisión de promocionarlo para ser compañero de Verstappen y reemplazar a Tsunoda se habría tomado después de que lograra un podio sólido en Zandvoort, aunque su talento ya era evidente antes.

Tras el fallo en Melbourne, ya en China tuvo ritmo para puntuar, pero Racing Bulls aparentemente pasó por alto que la carrera sería a una sola parada. Varios resultados potenciales se perdieron: por problemas de motor o, como en Catar, por un alerón delantero que se desintegró de repente y provocó un pinchazo.

Su frustración tras la carrera de Qatar se vio mitigada por la noticia de otro ascenso. ‘No es que destaque mis cualidades precisamente cuando habla conmigo, digamos’, comentó el francés antes del fin de semana en Qatar. ‘No es su estilo. Pero el hecho de que lo haya dicho significa mucho para mí. Y estoy de acuerdo’.

Además de controlar sus emociones, Hadjar también debe aprender a moderar su franqueza. Especialmente cuando analiza en público sus errores o problemas técnicos en una sola frase. Tras la carrera en Qatar dijo en una entrevista de TV: ‘Todavía estoy muy enfadado. Miraré qué tengo que hacer mejor en la salida… y por qué nuestro coche simplemente se deshace solo’.

Mientras un piloto rinda en pista, puede permitirse ese tono en cierta medida. Pero incluso Verstappen, pese a su frustración, mide las palabras para que la crítica al coche sea general y no apunte a fallos concretos del equipo.

Como demostró Tsunoda, el salto desde el entorno relativamente tranquilo de Racing Bulls al equipo grande no es nada fácil. Sobre todo porque del segundo piloto se espera que esté lo suficientemente cerca de Verstappen para apoyarlo en la lucha por el Mundial. Hadjar debe ser capaz de puntuar de forma constante para que Red Bull pueda volver a pelear el campeonato de constructores.

Esto mismo confirma Marko en sus declaraciones: ‘Creo que él ya se esperaba el ascenso’, dijo el austríaco, pero añadió sutilmente: ‘Ahora tiene que rendir’.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**