Lewis Hamilton confía en que el próximo ciclo reglamentario de la Fórmula 1 le traiga mejor suerte, tras haber enfrentado dificultades desde la introducción de los coches de efecto suelo en 2022. De las 105 victorias del heptacampeón mundial, solo dos se han logrado en esta era, con un rendimiento particularmente bajo en clasificación, ya que estos monoplazas no premian el talento en curvas cerradas tras frenadas tardías. La situación ha sido tan complicada que el piloto de 40 años afirmó que «no hay ni una sola cosa que vaya a echar de menos de estos coches», considerándolo su ciclo reglamentario menos favorito desde su debut en la F1 en 2007.
Afortunadamente, 2026 marcará el inicio de una nueva era, con cambios significativos en el chasis y la unidad de potencia, lo que podría ayudar a Hamilton a superar su difícil temporada de debut con Ferrari en 2025. «Ha sido muy interesante», comentó Hamilton al comparar la próxima normativa con cambios anteriores. Su primera experiencia fue en 2009, con la reintroducción de neumáticos lisos, alerones más grandes y modificaciones en el difusor para reducir la dependencia de la carga aerodinámica. Sin embargo, McLaren tuvo problemas iniciales: Hamilton ocupaba el undécimo puesto tras nueve carreras, antes de que el equipo se recuperara parcialmente y le permitiera terminar quinto en el campeonato.
Los siguientes cambios reglamentarios, en 2014 y 2017, fueron mucho más exitosos para el piloto británico. Durante la era de los motores turbohíbridos, Hamilton conquistó seis títulos mundiales con Mercedes, un contraste marcado con su rendimiento reciente. «Con McLaren en 2009, recuerdo que en el primer día de pruebas dijeron que las reglas reducirían la carga aerodinámica en un 50%», recordó en el Gran Premio de Abu Dhabi 2025. «Construyeron el coche con ese objetivo, pero al llegar a las pruebas, no había carga aerodinámica. Aprendí mucho de esa experiencia».
«Después, 2014 fue increíblemente emocionante, especialmente por unirme a un nuevo equipo y ver el trabajo previo en el motor. Y 2017 fue genial, con un coche más grande, ancho y robusto, que generaba más carga aerodinámica. Esta generación actual ha sido probablemente la peor, y rezo para que la próxima no sea peor», añadió.
El descontento de Hamilton con estos coches se hizo evidente en sus interacciones con la prensa durante 2025, donde a menudo se mostraba desanimado y daba respuestas breves. Ese año terminó sexto en el campeonato, 86 puntos detrás de su compañero Charles Leclerc, con su victoria en el sprint de Shanghai como único destello. Un Ferrari poco competitivo tampoco ayudó, ya que el equipo detuvo el desarrollo del coche en primavera para centrarse en 2026. Aunque esto afectó el rendimiento a corto plazo, Hamilton respaldó la decisión.
«Estaba presionando a Fred», dijo Hamilton, refiriéndose al jefe de la Scuderia, Fred Vasseur. «No podemos quedarnos atrás en el desarrollo del nuevo coche, porque la curva de aprendizaje es empinada para todos. Lo apoyé al 100%, especialmente porque ya no luchábamos por el campeonato. Sin embargo, eso hizo más difícil mantener el rendimiento que teníamos a principios de año».
«En cuanto al equipo, creo que todos se mantuvieron positivos. No vi un efecto psicológico negativo», concluyó.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**

