Nikola Corporation reduce su plantilla a un solo empleado tras declararse en bancarrota

Nikola Corporation reduce su plantilla a un solo empleado tras declararse en bancarrota

La historia de Nikola Corporation, una de las start-ups más controvertidas del sector del transporte sostenible, se acerca a su desenlace definitivo. Tras declararse en bancarrota en febrero de 2025, la compañía ha reducido su plantilla hasta quedar con un único empleado a tiempo completo, según documentos presentados ante el Tribunal de Quiebras de Estados Unidos para el Distrito de Delaware.

De acuerdo con el informe judicial fechado el 22 de diciembre, Nikola no registró ventas ni ingresos durante el mes de noviembre y acumuló pérdidas cercanas a los 1,4 millones de euros en ese periodo. El único trabajador que permanece en la empresa es Thomas Pitta, administrador encargado de la liquidación de activos tras la quiebra.

Las cifras reflejan la magnitud del colapso. Desde que Nikola entró en proceso concursal en febrero, las pérdidas acumuladas superan los 472 millones de euros. El balance muestra una situación de insolvencia profunda, con un patrimonio neto negativo cercano a los 146 millones de euros.

Actualmente, la compañía declara activos por valor de unos 105 millones de euros frente a deudas totales que ascienden a aproximadamente 251 millones. La mayor parte de estas obligaciones (unos 231 millones) corresponde a deuda no garantizada generada antes de la declaración de bancarrota.

Para obtener liquidez, Nikola ha procedido a vender gran parte de los activos que aún conservaba. Según diversas informaciones, estas operaciones han generado cerca de 33 millones de euros. Entre las transacciones más relevantes destacan la venta de créditos medioambientales a Mack Trucks, la cesión de activos a Hyroad Energy, y la venta de otras unidades a empresas como Wabash Valley Resources.

También figura una operación autorizada en abril de 2025 con Lucid, que permitió a Nikola desprenderse de determinados activos estratégicos. Aun así, estas ventas apenas han servido para aliviar una situación financiera prácticamente insostenible.

Uno de los últimos frentes abiertos es un laudo arbitral por unos 85 millones de euros que Nikola mantiene contra su fundador y ex consejero delegado, Trevor Milton. El empresario, figura clave en el ascenso y caída de la compañía, fue recientemente indultado, lo que reduce significativamente las posibilidades de que Nikola llegue a cobrar esa cantidad.

Milton fue protagonista de varios escándalos relacionados con acusaciones de fraude y exageración de las capacidades tecnológicas de la empresa, factores que terminaron erosionando la credibilidad de Nikola ante inversores, clientes y autoridades.

Pese al final de Nikola, el impacto sobre el sector del transporte pesado de cero emisiones parece limitado. Otros fabricantes como Volvo Trucks, Renault Trucks, Tesla o empresas especializadas como Motiv continúan desplegando flotas eléctricas que ya acumulan millones de kilómetros en operaciones reales.

Además, la expansión de infraestructuras de carga rápida para camiones eléctricos en Estados Unidos y otros mercados refuerza la transición hacia el transporte de mercancías sin emisiones. El caso Nikola queda así como un ejemplo de promesas incumplidas, sin que ello detenga el avance de una industria que sigue ganando tracción.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**