Un estudio reciente revela una técnica innovadora para cargar baterías de litio y extender su vida útil. Investigadores del SLAC-Stanford Battery Center, en colaboración con el Instituto de Investigación de Toyota, descubrieron que cargar las baterías de iones de litio por primera vez a potencias altas puede aumentar su longevidad en un promedio del 50%, llegando incluso al 70%. Este hallazgo contradice las prácticas convencionales en la industria, donde se suele optar por una primera carga a corrientes bajas.
Durante el proceso de «formación» de la batería, se crea una capa protectora llamada interfase de electrolito sólido (SEI) en el electrodo negativo, esencial para prolongar la vida útil de la batería. Aunque una alta corriente inicial en la primera carga puede provocar una mayor pérdida de litio, esta pérdida contribuye a formar una SEI más robusta, protegiendo el electrodo negativo y mejorando la durabilidad de la batería.
La utilización de esta técnica tiene importantes implicaciones para los vehículos eléctricos, ya que no solo mejora el rendimiento y la durabilidad de las baterías, sino que también acelera el proceso de formación, reduciendo los tiempos de producción. Esto significaría una optimización en la fabricación de baterías al necesitar menos tiempo para la primera carga.
Además, los beneficios se extienden a los usuarios de vehículos eléctricos, ya que las baterías degradarán menos, mantendrán su autonomía por más tiempo y tendrán una mayor vida útil. Este avance es especialmente relevante considerando que las investigaciones sugieren que las baterías actuales se degradan menos de lo previsto en comparación con años anteriores.