El CEO de una destacada empresa china anuncia con certeza la pronta disponibilidad de las innovadoras baterías de estado sólido.

Las baterías de estados sólido podrían considerarse como la gran promesa tecnológica para el avance masivo de los vehículos eléctricos en el mercado. Sus capacidades son muchas, pero principalmente estas prometen mantener (o incluso mejorar) las capacidades de las actuales, pero en un envoltorio más pequeño y con un peso también inferior. Esto hará que los coches eléctricos en los que se instale pesen menos y, por ende, ganen en autonomía y prestaciones.
Pese a sus muchas bondades, las baterías de estado sólido aún están lejos de llegar a popularizarse en el mercado masivo. Marcas como Toyota ya están estudiando su implementación, pero afirman que aún quedan mucho para que estas sean una realidad para todo tipo de coches. No obstante, desde BYD ya se han aventurado a hacer un pronóstico: serán una realidad dentro de cinco años.
Ha sido Lian Yubo, científico jefe de BYD, en un discurso llevado a cabo en el Congreso Mundial de Vehículos de Nueva Energía de Haikou, en China. Durante su intervención, el responsable apuntó lo siguiente: “El uso generalizado de baterías de estado sólido puede ser difícil de ver en los próximos 3 años, pero se espera que se haga realidad en 5 años. Estas se usarán inicialmente sólo en modelos de gama alta, y luego gradualmente en modelos de gama media-baja y económicos”.
Actualmente, el sector de estas baterías se está viendo dificultado por la posibilidad de crear un proceso de fabricación masivo pero manteniendo los costes, los cuales aún son especialmente altos. A esto se añade también la “difícil integración con los vehículos eléctricos”, según aseguró Lian.
Por todo ello, es más que probable que su llegada al mercado aún se demore unos años más. Si se hace efectivo el pronóstico de Lian, la compañía china lanzaría sus primeras baterías de estado sólido en el año 2029. Esto no se alejaría demasiado de la valoración de Toyota, quien espera hacer lo propio alrededor del año 2032.
De forma paralela, desde NIO ya han comenzado con las pruebas de baterías semisólidas después de varios meses de retraso. Sus celdas cuentan con una densidad energética de 360 Wh/kg, mientras que el paquete total cuenta con una capacidad de 150 kWh. Esto lo hace ser realmente costoso de fabricar en serie.
Por otro lado, Wu Kai, científico jefe de CATL, el mayor productor de baterías del mundo, aseguró que sus baterías de estado sólido podrían estar plenamente operativas para el año 2027, aunque no para la producción masiva, pues para ello habría que esperar al menos otros dos años. De esta manera coincidiría con la predicción llevada a cabo por el responsable de BYD, situándolo así en el año 2029, aproximadamente.
BYD podría incluir primeramente sus baterías de estado sólido en modelos pertenecientes a la firma Yangwang, su filial más elitista. Una vez testado su funcionamiento y el feeling de sus usuarios, estas podrían incluirse a partir de ahí en los modelos de la propia BYD, los cuales ya empezarían a ser comercialzados en Europa. Es decir, contando todo ello, es más que probable que su expansión se equipare al augurio de Toyota del año 2032, aproximadamente.
Redactor en Híbridos y Eléctricos desde 2021, cubriendo la actualidad del sector de los vehículos eléctricos y la movilidad sostenible. Fotógrafo profesional con experiencia en cualquier vertiente de la producción audiovisual. Técnico en Audiovisuales y Máster en Periodismo y Comunicación Digital por la Universidad Autónoma de Barcelona.
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