La industria del automóvil enfrenta desafíos debido a la creciente presencia de vehículos eléctricos chinos. Carlos Tavares, CEO de Stellantis, critica los nuevos aranceles propuestos por Europa y Estados Unidos, calificándolos como perjudiciales. Advierte que incrementarán los costos de la movilidad eléctrica, obstaculizando el acceso al público y dificultando la expansión de los vehículos eléctricos.
Esto choca con los objetivos de la Unión Europea de lograr un parque automotor sin emisiones en un plazo relativamente corto. Tavares y otros líderes de la industria, como Mercedes, BMW y Volkswagen, ven estos aranceles como una trampa y una amenaza para la competitividad europea frente a los fabricantes chinos.
En medio de estos debates, surgen rumores sobre la posible sustitución de Tavares como CEO de Stellantis. Aunque anteriormente descartó la venta de marcas dentro del grupo, ahora insinúa la posibilidad, aludiendo al interés de fabricantes chinos en adquirir marcas francesas. Tavares destaca la lucha por la supervivencia, criticando a Bruselas por favorecer a la industria asiática, lo cual considera un desafío adicional.
Mientras la Comisión Europea decide aplicar aranceles a los vehículos eléctricos chinos durante al menos cinco años, con un máximo del 35.3%, la incertidumbre y la preocupación persisten en la industria automotriz. Muchos temen que estas medidas no hagan más que agravar la situación actual.