En un contundente movimiento que refleja la creciente preocupación por el impacto de las redes sociales en la sociedad, La Vanguardia ha anunciado su retiro de la red social X, antes conocida como Twitter, citando la proliferación de contenido tóxico, desinformación y teorías de la conspiración, amplificadas desde la adquisición de la plataforma por Elon Musk, CEO de Tesla Motors, en 2022. Este paso sigue la reciente decisión del diario británico The Guardian, que cerró sus cuentas en X debido al “efecto perturbador” de esta red en el debate público y el creciente rol de los bots en la amplificación de contenido radical.
El director de La Vanguardia, Jordi Juan, confirmó la decisión en una columna publicada hoy, destacando la “deriva” de X hacia una plataforma que, bajo la influencia de Musk, permite la circulación de discursos de odio, teorías conspirativas y contenidos que desafían los principios democráticos y éticos básicos. Juan resaltó que, aunque el diario mantendrá un seguimiento de cuentas y eventos relevantes en X para informar a sus lectores, ha decidido no aportar tráfico a un canal “con alto potencial de manipulación” que afecta el debate público.
La decisión de La Vanguardia coincide con el reciente anuncio de Donald Trump sobre la inclusión de Elon Musk en el recién creado Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos, junto a figuras como Vivek Ramaswamy, ex candidato republicano, en una nueva estrategia para reducir la burocracia estatal. Esta colaboración política de Musk refuerza las críticas sobre su influencia en X y su uso como plataforma de amplificación de mensajes políticos de extrema derecha.
Desde que Musk adquirió la red social en octubre de 2022, se han implementado cambios que, según Juan, facilitan la proliferación de cuentas falsas y bots que distorsionan la percepción pública de los hechos. A esto se suman recientes alteraciones en los términos de uso de la plataforma, permitiendo contenidos gráficos y violentos que, de acuerdo con críticos como el historiador Yuval Noah Harari, consolidan un entorno online “controlado por algoritmos y bots” que decide a qué voces dar resonancia y a cuáles silenciar, impactando directamente en la cultura y en las dinámicas políticas.
Entre los factores que motivaron esta salida de La Vanguardia se encuentra la falta de moderación efectiva, que ha convertido a X en un “ecosistema de desinformación”, como señaló Harari, afirmando que más del 20% del contenido es determinado por bots. Durante la reciente crisis de la DANA en Valencia, un aluvión de cuentas automatizadas, en su mayoría de origen indio, participó activamente en la desinformación sobre la tragedia climática, manipulando la percepción pública y desviando la atención de la gravedad del evento.
Otros medios e instituciones, desde la National Public Radio (NPR) en Estados Unidos hasta el Festival de Cine de Berlín, han optado también por abandonar la red social debido al aumento de discurso de odio y la falta de coherencia con sus valores éticos. La televisión pública estadounidense PBS y el hospital Royal National Orthopaedic en el Reino Unido también han dejado de participar en X en respuesta a estos mismos problemas.
Juan concluyó afirmando que, aunque la presencia de La Vanguardia en X finalizará, los periodistas de la redacción conservarán la libertad de gestionar sus cuentas personales en esta red, siempre bajo las directrices de respeto a los derechos humanos y la ética periodística.
En este contexto, la decisión de La Vanguardia subraya un desafío para las plataformas de redes sociales en la era Musk: restaurar la confianza en un ecosistema donde los límites entre información y manipulación son cada vez más difusos.
Equipo de redacción de Híbridos y Eléctricos, medio de referencia en España en información especializada del sector de los vehículos eléctricos y la movilidad sostenible.
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