«La ACEA insta a la UE a priorizar la creación de empleo e inversiones en lugar de afectar la competitividad»

La Unión Europea adoptará una nueva legislación en 2025 para reducir las emisiones medias de CO2 de las compañías automovilísticas de 116 gr/km a 95 gr/km. Esto significa que las empresas tendrán que vender más vehículos electrificados para cumplir con este objetivo y evitar duras multas que podrían superar los 15.000 millones de euros.

A pesar de que esta normativa se anunció con antelación, muchas compañías no estaban preparadas para el cambio y han solicitado su retraso o cancelación. Sin embargo, la Unión Europea ha mantenido su postura firme en la implementación de esta ley en la fecha prevista.

El presidente de la Asociación de Fabricantes de Automóviles de Europa (ACEA), Ola Källenius, ha expresado la importancia de una interacción efectiva de factores internos y externos para lograr la reducción de CO2 sin penalizaciones excesivas. Aunque la industria automovilística apoya la transición hacia la movilidad verde, los directivos señalan la necesidad de un apoyo económico y de infraestructura por parte de la Unión Europea.

En este sentido, los ejecutivos de las compañías automovilísticas han afirmado que los vehículos eléctricos están listos para competir en el mercado, pero requieren más respaldo por parte de las autoridades.