«Descubre las 5 preguntas esenciales para seleccionar el cargador ideal para tu vehículo eléctrico»

Hace un tiempo hablábamos de lo potente que es la industria española de cargadores eléctricos. De hecho, 7 de las principales marcas con más renombre mundial en el sector son españolas, con nombres como Wallbox, Vega Chargers, Circontrol, Orbis, Ingeteam, Power Electronics o Ulatec, entre otros.
Y también te contábamos que, según recoge el estudio de Roland Berger “EV Charging Index: export insight from Spain”,  el 90% de los propietarios españoles de coches eléctricos lo recarga en casa o en el trabajo, lo que significa que en la llamada recarga privada el ratio entre vehículo eléctrico y punto de recarga sea del 0’9, frente a la media mundial que es de 3,4, lo que nos sitúa entre los tres primeros del mundo.
Un dato que hace especialmente relevante  el análisis que traemos a estas líneas porque, según el citado estudio, afecta a 9 de cada 10 dueños de coches eléctricos: ¿Qué cargador tengo que escoger? Para responder a esta pregunta vamos a resolver otras cuatro cuestiones básicas.
En general, cinco son los aspectos que hay que mirar con lupa:
“En general, yo valoro mucho la calidad del producto y la marca que hay detrás. En España por suerte contamos con grandes fabricantes, como Circontrol, V2C, Orbis, Ingeteam, Vega Chargers. Cada uno enfocado en su segmento, pero todos de altísima calidad”, explica Joel Martín, desarrollo de negocio en Vega Chargers.
“Para lo que hay que distinguir los tres de niveles de carga existentes, que indican la potencia nominal, el voltaje y la corriente del sistema de carga”, explica Javier Domínguez, director técnico de Cambio Energético.
Martín reivindica que sea “un smart charger, es decir, aquel que tiene capacidades de poder configurarlo a tu gusto, ya sea regulando la potencia, usos horarios, modulador de potencia, control a distancia por la app e incluso configurar diferentes usuarios para una telemetría individual: ¡puedes compartir cargador con tu vecino y cada uno pagar su parte!”. Como explica Domínguez, “disponer de un sistema fotovoltaico residencial con inteligencia artificial te permite tener en cuenta los precios de la red eléctrica para optimizar la carga”.
“La app es el corazón del sistema, la parte con la que el usuario se relaciona. Debe ser sencilla pero potente, permitiendo a un usuario no tan tecnológico, un uso fiable y eficiente y mostrar más datos para los más frikis, como yo”, confirma Martín.
Para Domínguez es importante fijarse “en el modo de carga, para categorizar el modo de suministro de energía, la instalación de protección, la comunicación y el control de los sistemas de carga. Y, seguidamente, tendremos en cuenta el tipo de conector del cargador con el vehículo. Todo ello sin olvidar otros aspectos como adquirir un cargador con cable integrado o solo cargador, las dimensiones y la estética del mismo”.
Los requisitos anteriores son a nivel general, pero ¿es el mismo cargador el que necesito para mi casa, para la comunidad de vecinos o para mi empresa?
Como recuerda Domínguez, hay algunas salvedades: “Los cargadores de coche eléctrico domésticos generalmente tienen una menor potencia y capacidad de carga, en comparación con los comerciales. Están diseñados para uso residencial, adecuándose a las necesidades específicas del usuario particular”.
Aquí hay dos tipos de cargadores principalmente: el residencial propiamente dicho y el de carga rápida. “Existe la posibilidad de que cada vecino tenga su propio cargador o instalar cargadores para varios usuarios, adaptándose así a las necesidades que tenga la comunidad”, explican desde Cambio Energético.
Martín lo confirma “el cargador doméstico puede ser el mismo que está instalado tanto en una casa como en un garaje comunitario. Lo único, si en la casa dispones de placas fotovoltaicas, asegurarte de que tienes compatibilidad total con inversores, como el Viaris Solar de la marca Orbis”.
Han de estar adaptados para un uso más intensivo y rápido porque, como recuerda Martín, “todo hijo de vecino va a utilizarlo así que no puede fallar. Debe ser un producto más robusto, incluso en forma de tótem al suelo y con los cables y cuerpo más duraderos”. “Suelen ser más potentes y contar con varias tomas para la carga simultánea de vehículos, además de poder incluir sistemas de autorización como las tarjetas RFID para habilitar la carga”, recuerda Domínguez.
Martín va más allá: “para las empresas se abre un mundo nuevo y hay mucha más oferta. Ya sea con pantalla táctil o sin pantalla, con una salida o con doble salida o con maneras de pagar diferentes, entre otros. Si yo fuera una empresa, me fijaría mucho más en el servicio técnico de las empresas y en las necesidades propias de tu negocio, ya que de ello dependerá la potencia necesaria, tipos de gestión por parte del usuario (con App, en pantalla, pago por TPV…), etcétera.
“A nivel del vehículo, no, los electrones son electrones. No es como en el caso de la gasolina o diésel que según el fabricante tienen unos aditivos o no. En el vehículo eléctrico, toda corriente eléctrica es bien recibida. A nivel del cargador, hay que fijarse bien en si el punto de recarga en cuestión admite conexión con placas fotovoltaicas o baterías o sólo conexión a red eléctrica. Pero vaya, de una manera o de otra, todos se pueden conectar a todo. Otra cosa ya es la gestión eficiente que hagas, ahí ya debes confiar en el fabricante que mejor adaptado tenga su software, como V2C u Orbis que permiten configurar lógicas de trabajo según los kW de solar que dispongas, lógicas de cargar y descargar una batería externa que tengas…”, explica Joel Martín.
Otra cosa es que, como recuerda Javier Domínguez, “si planeas tener o ya posees un vehículo eléctrico, complementarlo con una instalación de paneles solares te brinda dos beneficios clave. Por un lado, fija el precio que pagas para llenar tu depósito durante los próximos 25 años, lo que significa que apenas te verás afectado por fluctuaciones en la tarifa eléctrica. Y, por el otro, te permite hacer funcionar tu vehículo eléctrico con energía limpia y libre de emisiones”.
Todo ello sin olvidar que, además, “si instalas un sistema fotovoltaico con inteligencia artificial y un cargador del mismo fabricante o que tenga una comunicación óptima con el inversor fotovoltaico, puedes adaptar los horarios de carga a tus necesidades, de manera que siempre dispongas de autonomía cuando la requieras”.
Para seleccionar al proveedor adecuado conviene tener en cuenta varios elementos:
«Yo me fijo mucho en que sea una empresa fiable y europea por lo menos. El servicio técnico frente a cualquier problema es importante, evitaría comprar productos de fuera de la Unión Europea”, explica Martín.
“Es importante también que conozca la normativa vigente y te oferte las diferentes posibilidades para seleccionar el cargador que mejor se adapte a tus necesidades”, insiste Domínguez.
De manera que puedas acudir sin problema en caso de alguna duda o funcionamiento incorrecto del dispositivo.
“Es el corazón del cargador y con quién más vas a interactuar”, recomienda Martín.
Y no está de más que tengas en cuenta estas precauciones:
“Confía el trabajo a un instalador certificado y con experiencia en instalación de puntos de recarga, según la normativa española que aplica, que es la ITC BT52. Si el instalador hace bien su trabajo, sigue todas las normas e instala protecciones de calidad, tienes el 80% de todos los problemas solventados”, aconseja Joel Martín.
“Debes asegurarte de que el cargador sea compatible con el dispositivo que estás cargando, ya que usar un cargador incompatible puede dañar la batería del vehículo o el dispositivo”, recomienda Domínguez.
Como recuerda Martín, “yo personalmente valoro mucho el modulador de potencia, que, dependiendo de la empresa, lo llaman SPL, Power Boost, etcétera. Esta tecnología te permite aprovechar al máximo la potencia contratada en tu hogar y utilizar el remanente que no estás utilizando en tu casa para hacerlo servir en el cargador. Y todo ello sin problemas de que salte el diferencial y sin necesidad de subir la potencia del hogar”.
Cuidar del producto y de su cable (el que más sufre), no dejar el cable en el suelo, que esté conectado a un circuito eléctrico dedicado -es decir, que no esté conectado a otros electrodomésticos para evitar sobrecargas en el sistema-, evitar usarlo donde pueda sobrecalentarse (por ejemplo sobre una cama o una superficie de tela), desconectar el dispositivo una vez cargado, no usar alargadores, limpiar y revisar el enchufe y el puerto del dispositivo y utilizar cargadores originales de buena calidad, certificados por el fabricante.
Y no podíamos terminar este artículo sin conocer las recomendaciones de nuestros expertos.
Para Martin, “en cuanto a cargadores en corriente alterna (AC) que son los de uso doméstico y empresas hasta 22 kW, a nivel doméstico puro, Orbis, V2C y Circontrol son mis favoritos, cada uno en su segmento. Todas ellas respaldadas por empresas potentes y con apps de control eficientes.
Domínguez coincide en la propuesta: “Mi recomendación es apostar por fabricantes con trayectoria consolidada y experiencia contrastada, que te ofrezcan la solución que necesitas para la recarga eléctrica. En este sentido, cabe destacar el fabricante español Orbis, que ofrece tecnología puntera y versátil que se adapta a los diferentes escenarios”.
“A nivel más empresarial, Circontrol es la reina, pero me gustan otros competidores como Ingeteam o Alfen, tienen productos robustos, pero sin olvidar la practicidad y sencillez en su uso”, concluye Martín.
Y si estás pensando, además, en tener paneles solares o en instalarlos, ten en cuenta que “cada vez más fabricantes fotovoltaicos ofrecen soluciones de recarga de vehículos eléctricos. Este es el caso, por ejemplo, de Fronius, SolarEdge y SMA. En estos casos es recomendable apostar por el componente que ofrece el propio fabricante, ya que está especialmente diseñado para trabajar con el resto de los componentes de la marca, consiguiendo así un funcionamiento más eficiente del sistema en su conjunto», insiste Domínguez.
Periodista y escritora, con una larga trayectoria vinculada al periodismo económico, la innovación, el emprendimiento y la gestión.

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