Título: Cómo cambiar el circuito de F1 de Mónaco para salvar el gran premio #F1 #FVDigital
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En sus memorias, el fundador del Gran Premio de Mónaco, Antony Noghes, describió las semanas que dedicó a recorrer las calles del Principado para diseñar un trazado para su propuesta de carrera. “Hoy”, concluía con una floritura, “las carreteras que componen este circuito parecen hechas a propósito”.
Sin embargo, los pilotos que actualmente compiten en la Fórmula 1 tienen una opinión distinta. En los últimos años, han surgido demandas para modificar el circuito con el objetivo de mejorar las oportunidades de adelantamiento, un clamor que se intensificó tras un intento fallido de transformar el espectáculo al hacer obligatorios dos cambios de neumáticos.
El desafío radica en que, a pesar de que Mónaco está en un estado de remodelación casi constante, ocupa un área no mayor que el Central Park de Nueva York, lo que limita el margen para implementar cambios significativos en el trazado de sus calles.
El ex piloto de F1 Alex Wurz, actual presidente de la GPDA (Asociación de Pilotos de Grandes Premios) y director de su propia consultoría de diseño de circuitos, ha propuesto una serie de modificaciones que podrían revitalizar el evento y que, además, podrían llevarse a cabo con relativa facilidad.
En un vídeo publicado en X e Instagram, Wurz delineó tanto las modificaciones como la lógica detrás de ellas. Su primera propuesta implica desplazar el vértice de La Rascasse, la penúltima curva, entre dos y tres metros. Junto con un ensanchamiento del límite del circuito a la izquierda de los pilotos al aproximarse a esa zona, Wurz busca crear un dilema estratégico.
“Abres mucho más la curva para una ‘dive bomb’ [lanzarte por la línea interior]”, explicó. “Cualquier piloto que vaya por delante tendrá que defender [la línea interior] o aceptar que deja la puerta abierta”. Esta modificación es factible debido al entorno construido en esa área, ya que no hay bordillos a la izquierda. Sin embargo, podría crear un embudo para los peatones en torno al borde del muelle, un área que siempre está muy transitada y que también es utilizada por pilotos y personal de los equipos que deben cruzar un puente para acceder al pitlane desde el paddock.
La entrada al aparcamiento subterráneo de Quai Albert 1er, con bordillos de hormigón y barandillas de acero integradas, representa otro límite. La F1 también podría verse afectada por la pérdida de espacio para su carpa Paddock Club, que se encuentra en esa zona.
Los otros dos cambios propuestos por Wurz se complementan entre sí. Una entrada más amplia a la famosa horquilla de Loews o Fairmont, donde estuvo la estación de ferrocarril de Mónaco hasta los años 60, generaría más oportunidades para maniobras como la que Gabriel Bortoleto realizó a Andrea Kimi Antonelli al inicio de la carrera de este año.
Esencialmente, obligaría a los pilotos a comprometer su entrada en la curva para cubrir la línea interior, en lugar de la disposición actual que permite ocupar fácilmente el centro de la pista. Para facilitar esta modificación, también sería necesario ensanchar la salida.
Los coches de F1 ya requieren leves modificaciones para lograr el radio de giro necesario en la trazada habitual de esta curva. Ampliar la pista en la entrada sería una obra de ingeniería civil relativamente simple, ya que el bordillo convencional de la carretera se detiene justo antes de la curva, siendo sustituido por un bordillo de F1 permanente con un radio suave. Sin embargo, esto implicaría la pérdida de un sendero
Editado con FGJ CONTENT REWRITER