Como Toyota no lo quiere, este fabricante chino tendrá que aceptar la bancarrota

Como Toyota no lo quiere, este fabricante chino tendrá que aceptar la bancarrota

Recientes especulaciones sobre una posible adquisición de Neta Auto por parte de Toyota China han sido desmentidas de manera categórica por la compañía japonesa. En un comunicado oficial, Toyota afirmó: «Nunca hemos oído hablar de este asunto y solicitamos ayuda para aclarar este rumor». Este enérgico rechazo sugiere que la filtración carecía de fundamentos; sin embargo, la historia de la industria automotriz ha evidenciado que, en ocasiones, los fabricantes niegan rumores que posteriormente resultan ser ciertos.

En medio de esta controversia, Neta Auto enfrenta una situación crítica que la pone al borde de la bancarrota, un problema que afecta gravemente a su empresa matriz, Hozon New Energy Automobile Co. Esta crisis ha cobrado mayor relevancia tras la presentación de un caso en la plataforma de información sobre quiebras de empresas en China. La solicitud, realizada por un acreedor, deberá ser examinada por el tribunal correspondiente antes de que se formalice la situación y se autorice la declaración de quiebra.

Con el aumento del número de marcas automotrices chinas en el mercado, los expertos advierten que muchas de ellas no lograrán sobrevivir. Se estima que, de las más de 100 marcas chinas actualmente en operación, solo entre 5 y 10 prosperarán hasta el año 2030.

La situación de Neta Auto es particularmente alarmante, especialmente tras el anuncio de que Toyota no tiene intención de adquirirla. Inicialmente, la empresa había logrado evitar la crisis mediante propuestas para convertir su deuda en capital, obteniendo la aprobación de importantes proveedores, incluido el fabricante de baterías CATL. Sin embargo, a pesar de contar con un inversor principal dispuesto a aportar 3,000 millones de yuanes (más de 370 millones de euros), los fondos no han llegado a las cuentas de Neta Auto. Esta falta de liquidez ha impedido el cumplimiento de los plazos establecidos, lo que ha conducido a la solicitud de bancarrota.

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