Tras la llegada de Carlos Sainz (hijo) a Renault para 2018, volvió a la memoria la otra ocasión en la que un Sainz se subió a un monoplaza de la marca del rombo. Fue durante el fin de semana de las World Series by Renault en Barcelona, en 2006. El protagonista fue el bicampeón del mundo de rallies, Carlos Sainz padre.
«Me ha quedado claro que para hacer una carrera de F1 hay que ser un atleta, pero me alegra haber disfrutado de una oportunidad única», declaró aquel 31 de octubre tras bajarse del monoplaza.
El español ya había realizado un shakedown en Silverstone a comienzos de octubre de 2006 para familiarizarse con el coche con el que Fernando Alonso fue campeón del mundo de F1 en 2005: el Renault R25.
Aquel fin de semana de finales de mes realizó varias pasadas en el Circuit de Barcelona-Catalunya con motivo del evento de las World Series de Renault.
«La aceleración, la frenada, el agarre, todo es increíble en este coche», aseguró. «Había estado probando en Túnez para el Dakar, por lo que ir del desierto a un F1 ha sido un gran cambio. Son completamente diferentes, están a años luz».
«Ha sido una experiencia única, casi imposible de describir, y algo que nunca antes sentí. He pilotado un avión del ejército, una moto de 500 cc… pero esto es algo más», añadió.
El legendario madrileño disfrutó al volante del Fórmula 1 ganador del título 2005 un año después de que Alonso llevara aquella máquina a la gloria, once antes de que su hijo fichara por ese equipo y catorce antes de que el asturiano y el coche se reencontraran en Abu Dhabi.
Posteriormente, casi dos décadas después, con motivo del homenaje de Ferrari a su hijo Carlos Sainz, que se despedía de la escudería de Maranello, pudo pilotar un Ferrari F1-75 en el circuito de Fiorano.
**Redacción FV Medios**
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