La duración o vida útil de las baterías es uno de los temas más recurrentes en el debate sobre los coches eléctricos, y también uno de los que más mitos genera, como la creencia de que las baterías se desgastan rápidamente y necesitan ser reemplazadas en pocos años. Sin embargo, la evidencia está demostrando que las baterías envejecen mejor de lo esperado, y a medida que se recopilan más datos, esta conclusión se confirma. Pero, ¿cuánto tiempo duran realmente las baterías de los vehículos eléctricos? Un estudio que analizó más de 10.000 coches ofrece una respuesta clara a esta pregunta.
Debido a su actividad en el sector de la telemática, la empresa Geotab recopila una gran cantidad de datos sobre los vehículos de sus clientes. En un estudio reciente, que analizó la información de 10.000 coches eléctricos, Geotab concluye que la degradación media de las baterías es menor que la registrada en un estudio similar realizado hace cinco años, y que la mayoría de las baterías superan en duración al propio vehículo.
En su estudio de 2019, Geotab identificó una tasa promedio de degradación de las baterías del 2,3 % anual. No obstante, los datos más recientes reflejan una mejora notable, reduciéndola a un 1,8 % anual. Esta evolución pone de manifiesto los avances tecnológicos en la fabricación de baterías y su creciente durabilidad, así como un mejor conocimiento por parte de los usuarios sobre cómo cuidar y preservar la salud de la batería a través de hábitos adecuados.
La plataforma interactiva de Geotab permite visualizar la degradación de la batería a lo largo del tiempo en diversos modelos, tanto eléctricos como híbridos enchufables. A través de sus gráficos, los usuarios pueden comparar estos datos con la media general y evaluar el estado de salud de la batería en un momento específico.
Con esta tasa de degradación, Geotab estima que las baterías conservarán más del 80 % de su capacidad original tras 12 años de uso. En algunos países, este periodo supera la vida útil promedio del vehículo. Además, las baterías podrían mantenerse con una capacidad significativa durante más de 20 años, superando así la duración media de los coches eléctricos, especialmente en el caso de las flotas.
En ocasiones, se suele escuchar el caso de algún conocido (o de un conocido de un conocido) que ha tenido que cambiar la batería de su coche eléctrico. Sin embargo, esta situación no es lo habitual. Los datos de Geotab demuestran que la gran mayoría de las baterías superan la vida útil del vehículo y, por tanto, no requieren ser reemplazadas durante su uso.
Otro dato relevante del estudio revela que los vehículos sometidos a un uso intensivo no experimentan una degradación de la batería significativamente mayor que la de aquellos con menor uso. Esta conclusión es una buena noticia para los usuarios, ya que los coches eléctricos resultan más rentables cuanto más kilómetros se recorren con ellos.
Aunque no existe una relación directa entre el número de kilómetros recorridos y la degradación de la batería, sí se ha encontrado una correlación entre esta y el uso frecuente de cargas rápidas. De hecho, realizar muchos kilómetros y utilizar cargas rápidas suelen ir de la mano, ya que los conductores que recorren largas distancias suelen recurrir a la carga rápida en carretera.
El uso frecuente de cargas rápidas en corriente continua tiene un impacto notable en la velocidad de degradación de las baterías. Este tipo de carga implica corrientes elevadas que generan altas temperaturas, lo que aumenta el estrés térmico sobre las baterías. Según los datos de Geotab, los vehículos eléctricos que recurren habitualmente a la carga rápida en corriente continua presentan una tasa de degradación más de tres veces superior a la media.
Las altas temperaturas también influyen de manera significativa en la degradación de las baterías, aunque en menor medida que el uso frecuente de cargas rápidas. El estudio muestra que, tras 48 meses, las baterías de vehículos que operan en climas templados conservan aproximadamente un 96 % de su capacidad, mientras que aquellas expuestas a climas cálidos —definidos como regiones con más de cinco días al año con temperaturas superiores a 27 ºC— mantienen solo un 89 %.
Aunque los datos del estudio reflejan una degradación relativamente lineal, como norma general la vida útil de las baterías tiende a disminuir de forma no lineal.
El estudio confirma un hecho ya conocido: la mayor pérdida de capacidad ocurre en las primeras etapas de vida de la batería, cuando esta es joven. Posteriormente, la degradación avanza a un ritmo mucho más lento y estable. Sin embargo, al acercarse al final de su vida útil, es habitual que se produzca una caída más pronunciada en el estado de salud de la batería.
Puedes consultar los datos y las gráficos del estudio de Geotab aquí.
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¿Cuánto dura la batería de un coche eléctrico? Un estudio a 10.000 vehículos tiene la respuesta
