CUPRA se propone expandir su presencia en Estados Unidos con la producción local de un nuevo modelo eléctrico para sortear aranceles gubernamentales.

**Donald Trump inicia su segundo mandato, CUPRA busca evitar aranceles en Estados Unidos**

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado hoy su segundo mandato en medio de tensiones sobre la importación de coches eléctricos. Trump ha sido claro en su postura de imponer aranceles a vehículos producidos fuera del país, especialmente aquellos provenientes de China.

En este contexto, la marca automotriz CUPRA ha tomado medidas para evitar los aranceles propuestos por Trump al mercado estadounidense. El Grupo Volkswagen, propietario de CUPRA, ha estado negociando con el distribuidor Penske para introducir la marca en Estados Unidos desde el pasado año. Recientemente, el CEO de CUPRA, Wayne Griffiths, ha anunciado que esperan firmar una asociación formal con Penske en 2025.

CUPRA, una compañía española fundada en 2018 con un enfoque en coches eléctricos, busca expandirse internacionalmente. Su estrategia de ingreso al mercado estadounidense incluye la apertura de unos 20 concesionarios en una primera fase, así como el desarrollo de un modelo específico para el mercado norteamericano que se fabricará en una planta del Grupo Volkswagen en Estados Unidos.

Para adaptarse a los gustos del mercado estadounidense y evitar los aranceles propuestos, CUPRA planea lanzar un vehículo más grande que los modelos actuales de la marca. Además, Griffiths ha señalado que al menos un vehículo será creado específicamente para el mercado estadounidense, mientras que otro modelo se importará desde Europa.

El plan de CUPRA es introducir el modelo inicial en Estados Unidos y posteriormente seguir con un segundo modelo en un plazo de un año, con la meta de alcanzar unas 100,000 unidades vendidas anualmente. Griffiths destaca la ambición de la marca de ser especial y única en el mercado, dirigida a clientes que desean destacar conduciendo algo diferente.