#Deportes: Cómo funcionaron los cambios de pilotos de Red Bull F1 a mitad de temporada #F1

La sustitución de Liam Lawson por Yuki Tsunoda por parte de Red Bull parece brutal cuando apenas se disputaron dos grandes premios de la temporada 2025 de Fórmula 1, pero la historia demuestra que la empresa de las bebidas energéticas no es tímida a la hora de cambiar sus alineaciones de pilotos con rapidez.
Sin contar su acuerdo con Christian Klien y Vitantonio Liuzzi en su 2005, los de Milton Keynes rotaron su carrusel de pilotos por razones de rendimiento en varias ocasiones. En algunos casos, la decisión de probar suerte con el próximo gran talento resultó ser un éxito rotundo, pero en otras, la falta de continuidad dejó a sus dos escuderías donde empezaron.
Después de dejar tres carreras a Vitantonio Liuzzi, el austriaco consiguió hacer suyo el asiento de Red Bull en 2006, junto a David Coulthard. Sin embargo, después de no haber estado a la altura del escocés, se le descartó antes del final de la temporada cuando rechazó públicamente la oferta del equipo de pilotar en la IndyCar al año siguiente, lo que, según Christian Klien, provocó la ira de Helmut Marko.
“Dije que no a esa oferta, y quizá el error que cometí entonces es que lo hice públicamente en la televisión austriaca”, dijo a F1 Beyond the Grid. “Eso no le sentó muy bien a Helmut [Marko], y después de la carrera en Monza, me dijo, ‘vale, Christian [Klien], lo terminamos ahora’”.
En su lugar, Red Bull ascendió al tercer piloto, Robert Doornbos, que tenía mucha experiencia con el monoplaza, ya que en aquella época los conjuntos que no estaban entre los cuatro primeros podían introducir un tercer coche en los entrenamientos del viernes. El neerlandés hizo un trabajo adecuado en las tres rondas restantes, pero volvió a ser el responsable de pruebas después de eso y encontró más éxito en la IndyCar.
La temporada 2007 fue un desastre sin paliativos para Toro Rosso, con Red Bull sopesando si reemplazar a Scott Speed, Vitantonio Liuzzi, o ambos en su equipo menor. Se presentó una oportunidad cuando Sebastian Vettel, que estaba cedido en BMW Sauber, debutó por sorpresa en el Gran Premio de Estados Unidos en lugar de Robert Kubica, tras el terrible accidente del polaco en el Gran Premio de Canadá.
En el mítico trazado estadounidense de Indianápolis, el germano se clasificó séptimo y logró el último punto con una octava posición, convirtiéndose así en el más joven en puntuar de la historia, a sus 19 años. El debut del alemán llegó en el momento oportuno, cuando la relación de Scott Speed con el equipo se rompió, y después de otros tres abandonos del norteamericano, Red Bull volvió a contar con Sebastian Vettel para el Gran Premio de Hungría.
Terminó cuarto en el Gran Premio de China a finales de año, y continuó la siguiente temporada junto a Sébastien Bourdais, en donde se estrenó con una victoria desde la pole position en el Gran Premio de Italia de 2008, lo que le valió el ascenso a la escudería principal en 2009. Y el resto es historia, como suele decirse, con ambos disfrutando de la primera etapa dominante de la firma de las bebidas energéticas entre 2010 y 2013. No hace falta decir que el intercambio fue un gran éxito.
Sebastien Bourdais siguió adelante, pero a pesar de su considerable talento y pedigrí, el francés tuvo problemas para adaptar su estilo de pilotaje al Toro Rosso, y empezó a descolgarse detrás de su compañero, Sebastien Buemi. La falta de resultados del galo, unida al sólido debut del suizo llevó a Red Bull a poner en el monoplaza a otro joven de la academia.
El vigente campeón de la Fórmula 3 británica, Jaime Alguersuari, se convirtió así en el piloto más joven de la historia de la Fórmula 1, con 19 años y 125 días, curiosamente terminando aún su campaña en curso en las World Series by Renault. Al inexperto español inicialmente no le fue mucho mejor que al francés en 2009, pero tanto él como Sebastien Buemi hicieron lo suficiente para mantener sus asientos a lo largo de 2010 y 2011.
Sin embargo, con Toro Rosso como caldo de cultivo para Red Bull, ninguno de los dos convenció a los dirigentes de que eran los elegidos adecuados para ascender a Milton Keynes. Y con una cinta transportadora de jóvenes talentos esperando, decidieron reemplazar a ambos para 2012 con Daniel Ricciardo y Jean-Eric Vergne.
Al final, el catalán tuvo un rendimiento bastante sólido, aunque es difícil calificar ese intercambio como algo más que un empate para Red Bull, y se retiró de la competición a los 25 años para centrarse en su floreciente carrera como DJ, algo que resultó ser un éxito.
La estabilidad en el equipo principal con Sebastien Vettel y Mark Webber significaba que había pocas oportunidades para que los jóvenes avanzaran más allá de Toro Rosso, con Daniel Ricciardo como el siguiente en 2014, pero una vez que el alemán se marchó a Ferrari y la primera era dominante de los toros alados llegó a su fin, hubo un breve periodo de transición que vio a varios pilotos luchar por su oportunidad.
Daniil Kvyat sustituyó en un principio a cuatro veces campeón tras un año en Faenza, pero en Carlos Sainz y Max Verstappen, dos jóvenes aspirantes ya le estaban pisando los talones. A pesar de su juventud y falta de experiencia, el neerlandés pronto emergió como un talento generacional, y una vez que el ruso comenzó a tener un bamboleo, Red Bull no perdió mucho tiempo intercambiando a los dos antes del Gran Premio de España 2016.
El holandés ganó en su estreno con la escudería principal, convirtiéndose con diferencia en el ganador de una carrera más joven de la historia con 18 años, y el conjunto por fin encontró a su heredero de Sebastian Vettel, emulando al alemán con cuatro títulos consecutivos hasta la fecha. Un éxito razonable el de ese intercambio.
Pierre Gasly, Scuderia Toro Rosso y Brendon Hartley, Scuderia Toro Rosso.
Foto: Sutton Images
Daniil Kvyat acabó de vuelta en Toro Rosso para recuperar su forma y confianza, pero como Max Verstappen y Daniel Ricciardo formaron una sólida asociación en Red Bull, el ruso quedó atrapado en el limbo. Mientras tanto, Pierre Gasly se convirtió en el siguiente en la línea de sucesión, así que lo sustituyó a partir del Gran Premio de Malasia, aunque no se despidió del todo, ya que regresó para una carrera más cuando Carlos Sainz se marchó a Renault y el galo compaginó el Gran Circo con la Super Fórmula.
El equipo también incorporó a Brendon Hartley para la carrera del Gran Premio de Estados Unidos junto a Daniil Kvyat, y enseguida decidió mantener al neozelandés como sustituto permanente del madrileño. Mientras que el ganador de las 24 Horas de Le Mans nunca consiguió establecerse, Pierre Gasly se convirtió en un ganador con AlphaTauri y más tarde en un valioso primer piloto en Alpine, así que al menos esa parte del intercambio fue un éxito rotundo. Su carrera con las bebidas energéticas, no tanto.
Con Daniel Ricciardo reemplazando a Carlos Sainz en Renault en 2019, Red Bull necesitaba un nuevo compañero de equipo para Max Verstappen, que maduró hasta convertirse en un oponente formidable. Los de Milton Keynes recuerrieron a Pierre Gasly como la solución, pero mientras el australiano fue capaz de acercarse al holandés, el francés lo pasó mucho peor, clasificándose a más de medio segundo por vuelta de su compañero de media.
A medida que las decepcionantes actuaciones del galo continuaban, Red Bull decidió apretar el gatillo después de doce grandes premios, y lo cambiaron por Alex Albon antes del Gran Premio de Bélgica, pero, como el novato tenía incluso menos experiencia que a quien sustituía, también sufrió por mantener el ritmo del ya campeón en el difícil de manejar monoplaza que estaba hecho a medida para el estilo de conducción único del neerlandés.
Alex Albon acabó perdiendo su asiento a finales de 2020, y aunque se convirtió en un pilar clave de Williams, el cambio con Pierre Gasly en sí fue un fracaso desde el punto de vista de los toros alados.
Si Pierre Gasly duró solo doce carreras en Red Bull, lo que fue un nuevo récord en los dos equipos de la familia, entonces ese dudoso galardón acabó en manos de Nyck de Vries en 2023. El holandés fue la última incorporación de Faneza cuando su escudería menor atravesaba una mala racha, mientras que el nuevo piloto impresionó en una única participación el año anterior en el Gran Premio de Italia.
Sin embargo, al neerlandés le costó más entenderse con los AlphaTauri y un par de accidentes en los primeros compases no hicieron sino aumentar la presión. Red Bull no lograba hacer grandes progresos y Nyck de Vries acabó despedido sin contemplaciones tras un periodo de diez citas. Una prueba en Silverstone convenció a Red Bull para dar a su hijo pródigo, Daniel Ricciardo, una segunda oportunidad en la Fórmula 1, sustituyendo al holandés a partir del Gran Premio de Hungría.
Sin embargo, el regreso del australiano pronto se frustró cuando sufrió una fractura en la mano en la práctica para el Gran Premio de Países Bajo, y aunque demostró ser una clara mejora sobre Nyck de Vries, no pudo convencer a la escudería de que sería una buena opción para regresar como compañero de Max Verstappen, por lo que terminó fuera después del Gran Premio de Singapur 2024.
A Daniel Ricciardo lo sustituyeron por el último joven que estaba preparado, Liam Lawson, que ya causó una sólida impresión como sustituto del australiano mientras se recuperaba de su lesión en el Gran Premio de Países Bajos. El neozelandés estuvo a la par con su compañero, Yuki Tsunoda, ya que ambos compitieron por una oportunidad de desbancar a Sergio Pérez, que también sufrió por seguir el ritmo del campeón del mundo.
Al final, Red Bull decidió ascender al más joven de la dupla por encima del más experimentado para 2025, alegando que la falta de experiencia del primero significaba que tenía un mayor potencial, y creyendo que estaba mejor equipado para hacer frente a las exigencias de la olla a presión de Milton Keynes. Tras solo dos fines de semana decepcionantes, parece Red Bull se arrepintió y puso al japonés en todo un récord negativo.
El piloto neozelandés llegó a Milton Keynes con una lupa puesta encima, y desde que se vistió por primera vez con los colores de Red Bull sintió la presión que vivió Sergio Pérez de tener que igualar los resultados de un Max Verstappen que se acababa de proclamar campeón del mundo por cuarta vez. Liam Lawson quiso igualar el ritmo del neerlandés desde las pruebas invernales, pero cada vez fue a peor, con errores y lo que nunca quiere Helmut Marko, estrellar el monoplaza contra el muro.
Acabar en las últimas posiciones en sus dos únicas carreras con la escudería de las bebidas energéticas fue la sentencia para el joven piloto, por lo que la cúpula de la empresa decidió darle la oportunidad a alguien que la esperaba desde 2021, un Yuki Tsunoda que se convirtió en el sexto compañero del holandés, con un estreno en casa, en el Gran Premio de Japón, y solo el tiempo puede decir si es un éxito o un cambio más en la lista.
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En este artículo
Filip Cleeren
Fórmula 1
Racing Bulls
Red Bull Racing
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