La comparecencia de Carlos Sainz en la rueda de prensa de los test de pretemporada 2025 de Fórmula 1 junto a la mayoría de debutantes que entrarán en el Gran Circo reveló muchas cosas sobre su posición actual en el campeonato. La primera es que, a sus 30 años y a punto de comenzar su undécima campaña, ya es una de las figuras veteranas, con una juventud de su estreno en Toro Rosso en 2015 junto a Max Verstappen que quedó atrás.
La segunda es cómo el español decidió utilizar ese estatus para intentar beneficiar a sus compañeros. Porque, sentado junto a Oliver Bearman, Andrea Kimi Antonelli, Gabriel Bortoleto e Isack Hadjar en la sala de de prensa en el último día en el circuito de Sakhir, no llevaba ni una semana como sustituto de Sebastian Vettel como director de la Asociación de Pilotos de Grandes Premios.
Se unió al presidente, Alexander Wurz, al director, George Russell y la asesora legal, Anastasia Fowle, como representantes de la GPDA. La decisión de Carlos Sainz de trabajar en nombre de los pilotos de Fórmula 1 se produjo durante un invierno en el que reflexionó sobre su edad y los logros de su carrera. También pensó que como estaba retrocediendo en la parrilla al cambiar Ferrari por Williams, podría estar bien colocado para que el organismo actuara lejos de lo amargas que pueden ser las luchas internas en las que deben participar los de cabeza, véase la actual disputa del británico con el vigente campeón del mundo.
Después de llamar al presidente, se reunieron en Mónaco en enero y se acordó rápidamente que se convertiría en el segundo director de carreras activo de la GPDA desde que Sebastian Vettel se retiró a finales de 2022: “Ahora que tengo 30 años y 10 de experiencia en Fórmula 1, empiezo a entender cómo funciona este deporte. Y la combinación de los pilotos, la FOM y ese vínculo con la FIA, cómo con mi experiencia podría potencialmente presentarme como candidato”.
Carlos Sainz también reveló que la GPDA tiene “tres o cuatro cosas” en las que deben trabajar y que van a ocupar parte del tiempo en 2025. La actual represión de la expresión de los pilotos por parte de la FIA quizá encabeza esa lista, pero las reglas de carrera que cambian para este año y la continua frustración con la aplicación de sanciones y el cobro de multas también están en el punto de mira de la asociación.
“Algunos de ellos son cuestiones privadas que estamos tratando de abordar de manera privada”, añadió. “Otros son más públicos. Habéis visto la carta que publicamos [en la cuenta de Instagram de la GPDA el pasado mes de noviembre] y el apoyo que recibimos de los pilotos de rallies no hace mucho [después del Rally de Suecia en febrero, con un discurso público similar dirigido a la FIA]. Parece que todos tenemos una mentalidad similar en ese sentido”.
La aparición del madrileño junto a la mayoría de los novatos de 2025 significó que se le pidió que evaluara su complicada posición, con las Pruebas de Vehículos Previas [TPC] restringidas a solo 1.000 kilómetros este año. A modo de contexto histórico, en 2007, Lewis Hamilton pudo rodar casi 8.000 kilómetros en pretemporada con vehículos actuales y anteriores del campeonato antes de su debut, lo que era más generoso que ahora.
Y, después de desear a los novatos “todo lo mejor”, el español volvió a hacer gala de su calma e intelecto al presentar una idea que revela cómo la GPDA se beneficiará de lo que muchos conocedores del paddock consideran una sabiduría superior a su edad.
“La Fórmula 1, si soy sincero, podría esforzarse un poco en intentar hacer un mejor trabajo en la forma en que hacemos los test”, dijo. “Al final, muchos equipos se gastan cantidades infinitas de dinero en simuladores. Tienes pilotos que vuelan al Reino Unido desde Mónaco para ir al simulador y no entiendo por qué tenemos tres días de pruebas cuando todo ese dinero podría ser invertido en, no sé, ocho días de pruebas, no estoy pidiendo demasiado, de ocho a diez días donde cada equipo elige sus lugares para probar”.
“Está bien tener un test colectivo, creo que debería mantenerse, pero mi propuesta sería poner en el tope presupuestario el número de días, poner también en el límite presupuestario el simulador y ver dónde quieren gastar su dinero los equipos, si en el simulador o en diez días de pruebas”, sentenció.
“Los novatos se beneficiarían y creo que los equipos de F1 también, porque aunque los simuladores son buenos, no son tan buenos como algunos ingenieros o la gente tiende a creer que son. Yo siempre elegiría los test, y para estos chicos también, que ir a un simulador”.
Habría que sopesar el coste de desplazar a los pilotos en viajes regulares de corta distancia con lo que costaría hacer volar a los 75 miembros del personal necesarios para hacer funcionar un monoplaza en pruebas, en Bahrein o en cualquier otro lugar, en pretemporada, pero este ejemplo por sí solo demuestra la valía de Carlos Sainz para sus compañeros y la consideración con la que los representará.
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En este artículo
Alex Kalinauckas
Fórmula 1
Carlos Sainz
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