Debutó en un equipo de segunda fila antes de pasar a uno más grande, donde se asoció con un piloto consagrado. Las cosas no fueron como la seda, y además de algunos desacuerdos sobre estrategia que provocaron acalorados intercambios por radio, también hubo un par de accidentes. Nada inesperado cuando un piloto joven y ambicioso se une a una escudería no para desempeñar un papel secundario, sino para demostrar su valía.
¿Has adivinado ya el nombre del piloto? Una última pista, habla francés. Su nombre, por supuesto, es Charles Leclerc. ¿O tenías a otro en mente?
Un día antes de su segunda victoria en Fórmula 1, en el Gran Premio de Italia 2019, molestó seriamente no solo a Sebastian Vettel, sino también a su responsable, Mattia Binotto, al negarse a proporcionar un rebufo a su compañero en los momentos finales de la clasificación. El alemán rompió entonces los acuerdos del conjunto del Cavallino Rampante en el Gran Premio de Rusia al negarse a ceder la posición que ganó en la salida gracias al rebufo del monegasco.
Más tarde, ese mismo año, chocaron en el Gran Premio de Brasil, compartiendo la culpa, y unos meses después, Charles Leclerc chocó contra Sebastian Vettel en la primera vuelta del Gran Premio de Estiria, provocando el abandono de los dos.
Los compañeros de equipo en la Fórmula 1 no deberían chocar entre sí. Lo ideal sería que siempre antepusieran los intereses de la escudería a los suyos propios, pero a veces se tocan. Y a menudo desobedecen, o al menos cuestionan, las órdenes. Esa descripción de un piloto “joven y ambicioso” también podría aplicarse a Max Verstappen.
Su conducción defensiva contra Daniel Ricciardo en el Gran Premio de Azerbaiyán 2018 quizá se pasó de la raya. El famoso accidente que siguió ya era el segundo de ambos, ya que el neerlandés también había acabado con la carrera de su compañero en el Gran Premio de Hungría 2017, destrozando el coche del australiano en una maniobra demasiado agresiva en la primera vuelta.
¿Y recuerdas el infame “¡No!” en respuesta a una orden para dejar pasar a Carlos Sainz en el Gran Premio de Singapur durante su temporada de debut?
Ni Charles Leclerc ni Max Verstappen tienen fama de ser malos compañeros de equipo. El primero es quizá demasiado guapo para que se le vea como un villano, y el neerlandés… bueno, es que lo gana todo, ¿no? Bromas a un lado, no tienen esa reputación probablemente porque se les considera personas muy competitivas, y es natural que esos pilotos antepongan a veces sus propios intereses a los del equipo.
Sin embargo, para Esteban Ocon, la imagen de alguien que “choca constantemente con sus compañeros” se convirtió en una parte que definió su imagen, especialmente si preguntas en las redes sociales. Hay que remontarse a su época con Sergio Pérez en Force India para encontrar las raíces de esa percepción.
“No sé exactamente por qué”, dijo mientras se encogía de hombros cuando se le pregunta acerca de su reputación. “Creo que a veces se han exagerado las cosas. Sí, ha habido algunos incidentes, seguro, y cosas que me hubiera gustado que hubieran ido de manera diferente a veces, pero cuando miro hacia atrás, he hecho todo lo posible para trabajar bien con el equipo y mi compañero, y creo que cada vez que hemos logrado los objetivos juntos con lo que el coche podría haber logrado, ya sea Sergio [Pérez], Daniel [Ricciardo], Fernando [Alonso] o Pierre [Gasly]. He trabajado bien con todos ellos, para ser justos. Sí, ha habido incidentes que me hubiera gustado que fueran diferentes, pero con el tiempo, ha sido muy poco”.
No obstante, ¿fue realmente “muy poco”?
Durante sus dos temporadas juntos, Sergio Pérez y Esteban Ocon tuvieron cinco incidentes en pista, aunque el francés estaba dispuesto a señalar que nunca afectaron a la posición de Force India en el campeonato. Dado el orden jerárquico de la época, él y su compañero a menudo se encontraban compitiendo el uno contra el otro, con la escudería muy por detrás de los tres primeros, pero sobre todo por delante la zona media.
“¿Eran cinco?”, se reía el galo cuando se le preguntaba por esos incidentes. “Los recuerdo todos, seguro. Siempre he intentado hacerlo lo mejor posible en el coche, siempre he intentado sacar el máximo de todo lo que tenía entre manos, nunca es bueno tener toque con tu compañero de equipo, y eso no es algo que quiera nunca, pero sí, sucedió un par de veces porque estábamos corriendo muy cerca, y un poco por nuestra cuenta, porque ese primer año en 2017, estábamos entre el sexto y el octavo la mayor parte del tiempo, y eso nos tenía [siempre] en la misma fila de la parrilla”.
“Ahora… sí, he dicho cosas en la prensa que, siendo joven y con hambre, probablemente no habría dicho ahora, y tengo pleno respeto por ‘Checo’ [Pérez], y ha sido un placer, de verdad, ser su compañero de equipo”, añadió alguien que es mucho más cuidadoso en este momento de su trayectoria deportiva en el Gran Circo.
Sin embargo, lo que podría haber dicho, es que la gente parece olvidar que de esos cinco enfrentamientos, solo uno fue en gran parte su culpa suya, el del Gran Premio de Azerbaiyán 2017, donde llevó al mexicano contra el muro al salir de la tercera curva en la primera vuelta. Más tarde, ese mismo año en el Gran Premio Hungría, Esteban Ocon recibió un golpe de su compañero en la primera curva, y unas semanas más tarde, lo apretó dos veces contra el muro exterior en la subida hacia Eau Rouge en el Gran Premio de Bélgica.
Fue después de esa carrera cuando el galo arremetió contra él en el plató de televisión: “Así de poco profesional es. Nunca ha hecho eso con ningún otro compañero de equipo, y sí, creo que iré hombre a hombre a verle y le diré la verdad, no voy a tenerle miedo”.
Más tarde publicó el infame tuit acusando a Sergio Pérez de intentar “matarle” dos veces. Un año después, en el Gran Premio de Singapur, volverían a tocarse después de que el francés intentara adelantar al mexicano en la primera vuelta, y acabaron fuera de la pista, lo que se comentó en directo en Sky Sports: “Y es Ocon de nuevo, que acaba contra el muro por su compañero de equipo”.
No obstante, mientras que cuatro de sus cinco incidentes se debieron sobre todo a que el mexicano se pasó de la raya, es Esteban Ocon quien quedó con el apodo de “mal compañero de equipo”. Aunque probablemente se le atizó mucho más tarde, quizá durante el tiempo que compartió garaje con Fernando Alonso en Alpine.
También tuvieron su buena dosis de acción en pista. ¿Recuerdas el mensaje de radio del español tras la primera vuelta en Hungría 2022?: “Nunca en mi vida he visto una defensa como la de Esteban hoy. Nunca”.
Sin embargo, en dos años solo se tocaron una vez, en la carrera al sprint del Gran Premio de Sao Paulo. Al intentar adelantar al galo en la recta principal, el español dañó su alerón delantero: “Gracias a nuestro amigo”.
Y cuando su relación llegó a su fin después de dos años, el asturiano señaló en una de sus entrevistas que estaba “siempre luchando contra un coche todo el año”, sugiriendo que no siempre estaba contento con la forma en que su compañero competía contra él. Y aunque quizá haya algo de verdad en ello, también se podría argumentar que el bicampeón nunca fue tímido a la hora de impulsar su propia narrativa a través de los medios de comunicación.
Después de todo, el compañero de equipo al que quizá más elogió durante su carrera fue Stoffel Vandoorne, ya que casi siempre que vencía al belga en clasificación, citaba la lista completa de títulos que su compañero más joven ganó durante su trayectoria. Ahora, según Fernando Alonso, Lance Stroll también es un futuro campeón del mundo.
“Tuvimos algunas batallas, seguro”, dijo Esteban Ocon de Fernando Alonso. “Aunque en dos años nos tocamos una vez, creo, y no tuvo ninguna consecuencia porque teníamos la carrera al día siguiente. Salimos últimos [al día siguiente], y creo que Fernando terminó quinto y yo octavo en Brasil, aunque admiro mucho a Fernando”.
“Siempre ha sido uno de los pilotos que más he respetado por lo que ha hecho y por su habilidad al volante y su capacidad en la pista”, explicó. “Para mí, es el piloto que más piensa fuera del cockpit, y hablo mucho con él, incluso ahora, en la presentación [de Londres], estábamos hablando de karts. Porque vivimos y respiramos carreras y es un punto en común que tenemos juntos, ha sido un honor trabajar con un campeón como él, y bicampeón del mundo”.
No obstante, el francés no quiere entrar en una guerra de palabras, lo cual es comprensible dada la sensibilidad del tema. Sobre todo ahora, después de dos años compartiendo el garaje con Pierre Gasly, y el ya legendario accidente del Gran Premio Mónaco, que le dejó con una ola de críticas en las redes sociales.
“Con Pierre, es una historia muy larga”, sonreía. “Creo que solo nosotros podemos entender de dónde venimos y nuestra relación, pero incluso el propio Pierre ha dicho que hemos mantenido unido al equipo en los momentos difíciles. Y, por suerte, a veces hemos estado ahí para salvar el barco, ha sido bueno tener momentos como el de Sao Paulo, aunque tengamos nuestra historia, ese momento siempre será algo que ambos recordaremos como muy positivo. De donde venimos, no creo que nadie hubiera creído que estaríamos en el mismo equipo y en el podio de la Fórmula 1. Ha sido genial vivirlo juntos”.
Dada su animosidad, era casi como si el mundo entero estuviera esperando que chocaran entre ellos. El accidente en la reanudación del Gran Premio de Australia 2023, aunque fue uno de los momentos centrales de ‘Drive to Survive’, no aportó mucho al debate sobre su relación . Estaba claro que los dos pilotos de Alpine se encontraron por casualidad en el caos, pero mientras que eso se consideró más o menos como un “incidente de carrera”, el accidente de la primera vuelta en el Principado, esta vez claramente culpa de Esteban Ocon, tuvo una avalancha de malas palabras hacia el piloto con el “historial de chocar con sus compañeros de equipo”.
“Aunque pasó lo de Mónaco, al equipo no le costó nada”, dijo. “Yo levanté la mano. Me hubiera gustado que las cosas hubieran ido de otra manera, seguro, pero, sí, hemos hecho todo lo posible en cada momento, y creo que hemos sacado el máximo del coche a lo largo de estas dos temporadas”.
Y aunque no se explayó mucho, admitió que fue frustrante ver tantas críticas en Internet, sobre todo porque no muchos trataron de analizar el supuesto historial de choques con sus compañeros de equipo: “En cuanto hay un titular, a la gente le gusta saltar sobre él, pero, ¿qué puedo decir? Creo que, desde mi punto de vista, hicimos lo que teníamos que hacer con cada equipo y aprovechamos las oportunidades cuando se presentaron, y trabajamos bien juntos, con Pierre, con Fernando, con Daniel. También trabajamos bien con ‘Checo’. Al final, hemos cumplido, eso es lo más importante, y no soy un tipo que esté aquí para chocar con mi compañero de equipo, eso es una gilipollez”.
“Es en lo que se fija la gente, y cuando todo el mundo está riéndose de un tema, a la gente le gusta seguir y saltar sobre lo mismo, pero con el tiempo, esperemos que las cosas se olviden”, añadió.
Esteban Ocon es el primero en admitir que le encantan las luchas duras. Después de todo, como cualquier otro piloto, es una persona muy competitiva. Si hubiera tenido la suerte de conseguir un coche ganador, esa tendencia a luchar duro con todo el mundo, incluidos sus compañeros de equipo, podría hacerle que se le viera como un futuro campeón. Hasta cierto punto, así se le vio durante su etapa en Force India, pero el siguiente paso nunca llegó.
En algunas ocasiones, quizá necesitaba tener un poco más de cuidado cuando se trataba de competir con un coche del mismo color, pero al mismo tiempo, no se equivocaría al señalar que nunca tuvo un compañero fácil durante su etapa en el Gran Circo. Y como al menos algunos de ellos tienen un gran número de seguidores en las redes sociales, puede haber dado a algunos de esos aficionados para no quererle demasiado.
En cualquier caso, dada la imagen, justificada o no, que se pegó a él, Esteban Ocon probablemente sabe que no puede permitirse el lujo de dar a la gente más razones para añadir a esa narrativa. En su nuevo capítulo con Haas F1 Team, por primera vez en su carrera, será el piloto claramente más experimentado. Ahora, es el chico del otro lado del garaje el que llega con juventud y ganas de demostrar su valía.
“Realmente no me centro en eso”, dijo cuando se le preguntaba si sentía más responsabilidad ahora. “El equipo confía en mí por mi experiencia, y lo que pienso sobre las cosas a veces es muy importante, para mí dar toda la retroalimentación muy temprano, y para nosotros ver lo que tenemos que mejorar y las debilidades del coche y los puntos fuertes del coche, y el equipo fue muy receptivo”.
“‘Ollie’ [Bearman] tiene más experiencia en el equipo que yo. Obviamente, yo tengo años de experiencia en carreras, pero él ha llegado como el novato más preparado que se puede ser, y eso es muy bueno, porque estoy seguro de que haremos avanzar a la escudería muy rápidamente una vez que lleguemos a la primera carrera, y eso va a ser importante para sacar el máximo de todos”, continuó.
Una cosa es segura, independientemente de su imagen, el francés llegó a Haas para trabajar en el equipo. Su nuevo director y viejo amigo, Ayao Komatsu, alabó cómo Nico Hulkenberg y Kevin Magnussen consiguieron trabajar juntos durante su etapa de dos temporadas, a pesar de su propia historia. Y eso es exactamente lo que espera de Esteban Ocon y Oliver Bearman.
Para el francés en particular, no podría haber una mejor oportunidad para demostrar su valía y disipar la reputación que le persiguió durante tanto tiempo.
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En este artículo
Oleg Karpov
Fórmula 1
Esteban Ocon
Haas F1 Team
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