La persiana de Ferrari estaba cerrada una hora antes de que la bandera a cuadros pusiera fin a las pruebas invernales en el circuito de Bahrein. En el último, Lewis Hamilton debía completar una simulación de carrera, al igual que hizo hecho Charles Leclerc una jornada, pero algo salió mal, ya que el equipo comunicó “una parada de precaución debido a algunos parámetros poco convincentes vistos en la telemetría”, y en el paddock los rumores informaban de algunos detalles más, concretamente un probable problema con el circuito hidráulico de la transmisión.
Charles Leclerc, Ferrari SF-25
Foto de: Ferrari
Sin embargo, tuvieron algunos comentarios positivos. En la sesión matinal, el monegasco dio 66 vueltas y marcó el mejor tiempo de la sesión con el compuesto C3, además de probar el C4 durante una breve tanda, pero no mejoró su registro. En la última hora y media, las condiciones meteorológicas empeoraron debido al fuerte viento, que afectó bastante a la actividad.
“Es un poco difícil confirmar las sensaciones porque creo que nunca había conducido en esta pista en estas condiciones”, comentó. “Frío, lluvia, viento y temperaturas muy bajas. Es difícil hacer una comparación con temporadas anteriores, vemos los números que esperábamos, pero tanto ayer por la tarde como hoy hemos tenido un poco más de dificultad con el equilibrio, así que aún queda trabajo por hacer”.
Charles Leclerc no entró en detalles, pero la impresión es que la puesta a punto del SF-25 todavía no es la ideal, comprometiendo en cierta medida la manejabilidad. Por la tarde, cedió el coche a Lewis Hamilton, que realizó varias tandas de simulación de clasificación que terminaron con el sexto mejor tiempo del día.
Lewis Hamilton, Ferrari SF-25
Foto de: Sam Bloxham / Motorsport Images
Utilizó el C4, y luego cambió a los C3 para más tandas cortas en configuración de carrera. Sin embargo, no hubo la tan esperada simulación de un gran premio, lo que hizo dudar de que los problemas de la caja de cambios hubieran empezado a manifestarse antes de la última parada que puso fin a la jornada en la que hizo 47 vueltas.
Sin embargo, el contratiempo no afectó al estado de ánimo, muy alto, con el que el británico terminó: “En general, han sido unos días fantásticos y hemos hecho grandes progresos como equipo. Hemos tenido que dejar de rodar un poco antes de lo previsto y ha sido difícil lidiar con el tiempo durante toda la semana, pero a veces así son los entrenamientos y hemos conseguido reunir mucha información sobre la que trabajar antes de que empiece la temporada”.
“Todo el equipo ha hecho un trabajo increíble y estoy muy emocionado por llegar a la primera carrera en Melbourne”, explicó el inglés, mientras que su compañero también tenía ganas de que pasaran las siguientes dos semanas. “Creo que todos los equipos afrontarán la primera carrera con algunas incógnitas más que en los últimos años. Ahora volveremos a Maranello y pasaremos algún tiempo en el simulador, para trabajar en los últimos detalles que podrían marcar la diferencia en Melbourne, pero también para correlacionar las indicaciones de la pista con las del simulador”.
Los pocos días disponibles antes del viaje hacia el Gran Premio de Australia serán intensos para la escudería. Las pruebas aportaron buenas confirmaciones, pero también interrogantes a los que hay que responder rápidamente. Para apuntar alto, se necesitará la máxima competitividad desde el inicio, y Ferrari mira hacia arriba este año.
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En este artículo
Roberto Chinchero
Fórmula 1
Lewis Hamilton
Ferrari
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