Es un meme habitual en redes sociales, cuando un usuario tiene una opinión muy sincera sobre un tema pero prefiere autocensurarse para no generar polémica. Prefiero no hablar, si hablo me meto en problemas”. La frase la dijo José Mourinho, entrenador del Chelsea en 2014, tras una derrota de su equipo ante el Aston Villa y frente a una pregunta sobre los árbitros.
Mourinho temía ser sancionado por sus palabras, como ya le había ocurrido, y esa misma respuesta la dio este martes Max Verstappen cuando le preguntaron por la campaña de la FIA contra los insultos. El holandés fue obligado a un día de servicios comunitarios por decir “jodido coche” la temporada pasada, y el presidente del máximo organismo, Ben Sulayem, ha insistido en que seguirán vigilando lo que dicen los pilotos.
Sin embargo, en el ePrix de Yeda de Fórmula E, el piloto Dan Ticktum dijo por radio hasta diez palabras malsonantes, y no fue sancionado porque, como dijeron los pilotos, era durante la carrera y dentro del coche, algo diferente a decirlo ante los medios. Cuando le preguntaron por el precedente que se ha sentado, Verstappen sí contestó.
“Yo creo… sinceramente por mi parte, creo que no es necesario ser asi. Con las reglas, creo que hay que usar un poco de sentido comun.Y además de eso, prefiero que nos centremos en otros temas, ya sabes, para tratar de mejorar la seguridad, tratar de mejorar el rendimiento general de los coches de Fórmula 1 en lugar de tener que centrarse en todo este tipo de cosas, es un poco innecesario, creo”.
Cuando le preguntaron si era un poco extremo, recordó que se puede perder un mundial por decir tres palabrotas en dos años: “Sí, supone perder el campeonato. Por eso que creo que es un poco demasiado”.
Sin embargo, asegura que aún no hablado con Ben Sulayem, pero insiste en que su posición está clara: no era necesario escribir una regla así.
El asunto de los insultos o palabrotas tuvo otro momento que generó cierta incomodidad en la gala del F175 Live, donde todos los equipos presentaron sus nuevas decoraciones. Allí, en las mesas a los pies del escenario, estaba el famoso chef británico, Gordon Ramsay, junto a nada menos que el CEO de la F1, Stefano Domenicali. Y cuando el presentador de la gala le preguntó por la persecución de insultos que está haciendo la FIA, contestó, ni corto ni perezoso: “Escucha, creo que es un lenguaje de la industria, del hecho de que estos deportistas se lleven a sí mismos al extremo. Así que, a veces, si sale a la luz, hay que dejarles ser sinceros. Deja que lo saquen, ¡vamos! Arriesgan su vida cada momento. Van a más de 300 kilómetros por hora. Así que sí, a la mierd…”.
De repente le cortaron el micrófono, y el público mostró su posición abucheando que lo hicieran, dejando claro que es un tema en el que los aficionados y pilotos están del mismo lado.
En este artículo
Jose Carlos de Celis
Fórmula 1
Max Verstappen
Red Bull Racing
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