El nuevo Audi A6 e-tron eléctrico es el coche más aerodinámico jamás producido por la marca de los cuatro aros. Para conseguirlo, cada detalle, desde el diseño de los bajos hasta las ruedas, ha sido finamente ajustado para lograr una eficiencia excepcional. Todo ello sin dejar de lado el diseño, un reto que está lleno de secretos tecnológicos de lo más curiosos.
Con un coeficiente aerodinámico Cd de 0,21, el Audi A6 Sportback e-tron presume de ser el vehículo más aerodinámico en la historia de Audi. Con una superficie frontal de 2,46 m², el factor de resistencia es de 0,52. Es también la berlina grande más eficiente de todo el Grupo Volkswagen, aunque no el más aerodinámico de todos. Ese honor lo conserva el excepcional Volkswagen XL1, que tenía un coeficiente aerodinámico Cd 0,189.
Este logro es fruto de una meticulosa atención al detalle y de la estrecha colaboración entre los ingenieros de aerodinámica y el equipo de diseño. Sin el trabajo conjunto de ambos, no podría conseguirse un buen resultado, aunque podemos estar seguros de que hay discusiones donde unas veces tiran unos y otras veces ganan los otros.
Desde el inicio del proyecto, el equipo de aerodinámica se fijó objetivos muy ambiciosos. Esto siempre es importante en cualquier coche, pero maximizar la eficiencia en un coche eléctrico significa aumentar la autonomía del vehículo. Y esto es un atractivo fundamental.
Uno de los factores clave para lograr esta eficiencia fue el propio diseño de la carrocería. El A6 e-tron tiene una silueta muy estilizada, con un techo muy inclinado que ayuda a reducir la resistencia al aire. Prueba de ello es que la versión familiar (A6 e-tron Avant) tiene un coeficiente peor, aunque sigue siendo excepcional para una carrocería familiar (Cd 0,24).
«El equilibrio entre la forma básica, la altura trasera, los contornos traseros y el diseño del fondo inferior no solo influyen en el valor de coeficiente aerodinámico del automóvil, sino también en su sustentación, explica Andreas Lauterbach, ingeniero del equipo de aerodinámica. Por esta razón, el A6 e-tron Avant tiene un alerón-difusor adicional que compensa la diferencia fundamental entre las carrocerías Sportback y Avant. El Avant también tiene parachoques más anchos, de cara a mejorar el flujo de aire alrededor de las ruedas delanteras.
A partir de aquí, empiezan los trucos y soluciones tecnológicas para reducir la resistencia al aire. Por ejemplo, las cortinas de aire del frontal, que sirven para reducir las turbulencias en esa zona. Estas cortinas llevan un arduo trabajo y fueron afinadas milímetro a milímetro para optimizar su diseño.
Otro ejemplo de meticulosidad es el ancho de vía trasero y la zaga en general. Al equipo de aerodinamistas le hubiera gustado que fuera más estrecho, reconocen desde Audi, pero al final llegaron a un acuerdo de equilibrio. Para compensarlo, añadieron un perfil aerodinámico en el marco del maletero, un discreto alerón que aumenta la autonomía en 8 kilómetros.
Otro componente esencial es el difusor trasero. Gracias al fondo totalmente plano, el difusor queda expuesto al flujo de aire directamente y la recuperación de presión tiene un efecto positivo en el valor Cd. De hecho, el fondo plano juega un papel determinante, pero todavía hay más.
El diseño de las llantas también jugó un papel crucial en la optimización aerodinámica del A6 e-tron. Andreas Valencia Pollex, diseñador de llantas, explicó que las ruedas han evolucionado de ser simples «elementos de estabilidad» a convertirse en sofisticados componentes aerodinámicos.
Para lograr una aerodinámica «perfecta», las llantas tenían que ser bastante planas para que el aire que golpea la parte delantera del automóvil se dirija hacia el lateral de la carrocería sin muchas turbulencias, como si fuese una pared. Es por eso que a las llantas de 21 pulgadas les pusieron unos aero blades de plástico para mejorar este aspecto.
Entre las mejores y las peores llantas en términos de aerodinámica, sólo hay una diferencia de 0,015 en el coeficiente aerodinámico. Esto son 15 kilómetros de autonomía entre las mejores y las peores llantas en términos de aerodinámica, una cifra pequeña en los 750 kilómetros de autonomía del A6 Sportback e-tron performance (según homologación WLTP).
Entre las cortinas de aire, el diseño del paragolpes y el propio diseño de las llantas, optimizados individualmente para los modelos Sportback y Avant mediante análisis CFD, se mejora el coeficiente entre 0,002 y 0,009. Esto significa una mejora de la autonomía entre 2 y 9 kilómetros. Por cierto, el coche ha necesitado unas 2.800 simulaciones en ordenador e «incontables» horas en el túnel de viento real.
Todo esto, junto con una plataforma eléctrica realmente eficiente, hacen del Audi A6 e-tron uno de los coches eléctricos más eficientes del mercado. Pese a su tamaño y potencia (4,93 m de largo y 381 CV), homologa un consumo de sólo 13,9 kWh/100 km. Es casi lo mismo que el Tesla Model 3 Tracción trasera (13,2 kWh/100 km), la referencia del mercado en cuanto a eficiencia y bajos consumos.
El nuevo A6 e-tron ya está a la venta en España desde 81.115 euros. La versión familiar, con 720 km de autonomía, cuesta 83.615 euros. Por su parte, el S6 Sportback e-tron de 551 CV cuesta 104.500 euros, mientras que la versión familiar hace lo propio desde 107.000 euros.
Redactor y probador de Híbridos y Eléctricos, desde 2019 cubriendo la actualidad del sector de los vehículos eléctricos y la movilidad sostenible.
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