Título: El CEO de Ford advierte: China tiene algo que puede ‘romper’ la industria del automóvil, y no son los coches
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La industria automotriz se halla en un momento crítico, caracterizado por un entorno de regulaciones estrictas, escasez de suministros y aranceles que complican la operativa de los fabricantes. En este contexto, el presidente de Stellantis ha manifestado su preocupación, mientras que altos ejecutivos, como Luca de Meo, han optado por abandonar sus posiciones, como fue el caso de su salida de Renault, en búsqueda de nuevas oportunidades en el sector del lujo.
Jim Farley, CEO de Ford, ha compartido su perspectiva sobre los desafíos que enfrenta la industria automotriz en una reciente entrevista con Bloomberg. Farley ha calificado la situación actual como una lucha «día a día» para la emblemática marca estadounidense.
Uno de los factores críticos que ha llevado a Ford a suspender temporalmente la operación de fábricas en Estados Unidos es su dependencia del suministro de minerales de tierras raras, elementos esenciales utilizados en una variedad de componentes automotrices, desde altavoces hasta cinturones de seguridad. La preocupante realidad es que el 90% de estos suministros proviene de China, lo que representa un desafío significativo para Ford, que navega en un entorno operativo cada vez más complejo.
Como el mayor productor de automóviles en Estados Unidos y uno de sus principales exportadores, Ford siente las repercusiones de un deterioro en las relaciones comerciales. En este sentido, Farley ha advertido que los aranceles impuestos durante la administración de Donald Trump podrían «abrir un agujero» en la industria automotriz.
A pesar de las recientes señales de acercamiento entre Trump y el líder chino, Xi Jinping, Ford adopta una postura cautelosa. Farley subraya que no son suficientes las declaraciones; se requieren acuerdos concretos que puedan estabilizar la situación actual.
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