Uno de los antiguos colegas de Fernando Alonso considera que debió haber firmado con Red Bull cuando tuvo la oportunidad de hacerlo
Paul Monaghan, que fuera ingeniero de Fernando en Renault y ahora es parte de Red Bull, ha hablado sobre la posibilidad del español en la escudería austriaca y sus títulos obtenidos.
Monaghan es muy amigo de Fernando y han seguido en contacto, algo raro en el español, aún y que Paul se fue a Red Bull.
En palabras del ingeniero de Red Bull al podcast oficial de la Fórmula 1, ‘Beyond The Grid’, Monaghan, explicó la situación de Fernando
«Debería haber firmado por Red Bull en 2008, ¿no? Pregúntale a él, yo no sé qué responder. Él es un piloto competitivo, quiere lo mejor de él mismo cada día, no tiene un mal día, no tiene una mala sesión, su confianza es inquebrantable, es una persona maravillosa para tener al lado, disfruté mucho de su compañía, espero que él también», declaró.
«Se quedó cerca en 2010, estuvo a punto de ser campeón del mundo con Ferrari. Estuve con él el domingo por la noche en Abu Dabi, era un arma de doble filo. Sebastian ganó su primer título, vi a Fernando esa misma noche y yo estaba feliz por estar en el equipo ganador, feliz por Sebastian y lo sentía por Fernando. Estaba sentado con su entorno, me acerqué y le dije, ‘buen año, bien hecho, lástima que no lo has conseguido’. No hay rencores», agregó.
Luego con la prensa española fue algo más explícito, reconociendo que «Alonso nos ha estado pateando el culo toda la temporada con un coche peor».
«En 2012, nos apretó muy duro de nuevo y nos agarramos con las yemas de los dedos. Fue bonito competir contra él y luego, te das cuenta que necesitas todo lo que tienes para competir contra él, porque es auténticamente fenomenal y de alguna forma, prevalecimos. De alguna forma, me siento un poco culpable, pero al mismo tiempo, estamos corriendo contra él y es un privilegio competir contra un piloto de ese calibre, con ese talento», destacó.
«Hicimos un test a finales de 2002. Teníamos unos ajustes diferentes para el final del día, pusimos neumáticos nuevos y sus tiempos de vuelta fueron sensacionales», prosiguió.
«Luego, me vino este chaval de 20 años diciéndome que los cambios que había hecho no marcaban la diferencia, sólo que él había apretado un poco más aquí y allá y había funcionado. Me dio la sensación de que tendríamos un precioso camino juntos», finalizó.