La competencia china es cada vez más dura, y es necesario que los fabricantes de coches tradicionales se pongan las pilas en materia de electrificación. Un movimiento reciente del Grupo Volkswagen ha sido elegir la planta de SEAT de Martorell como centro para la producción de dos lanzamientos que tendrán lugar en los próximos meses y que marcarán un punto de inflexión para el gigante alemán.
Y lo cierto es que desde que se tomara esta decisión se ha estado trabajando a contrarreloj, y las instalaciones ya están produciendo sistema de baterías y piezas de carrocería preserie, estas últimas con la revolucionaria prensa PXL que ha adquirido Volkswagen.
Es un paso enorme para llegar a tiempo a la fabricación de los dos modelos que se empezarán a construir en 2026 en la planta catalana. Un detalle importante es que van a ser coches 100% eléctricos, pero también es que serán los más baratos con esta tecnología de las marcas CUPRA y Volkswagen.
En cuanto a la firma prémium y deportiva de SEAT, estamos hablando del CUPRA Raval, un urbano cero emisiones que recurrirá a la plataforma MEB, y que se colorá de lleno en la que va a ser una nueva generación de vehículos eléctricos más baratos.
La misma base la compartirá el Volkswagen ID.2all, que viene a ser el modelo homólogo del anterior con el emblema de la firma representativa del grupo alemán, y obviamente no será lo único que tengan en común estos vehículos, que se empezarán a vender en los mercados europeos en 2026.
Esto se conseguirá después de que finalicen las obras en la planta de Martorell, que ya llevan una duración de año y medio. Una vez completadas totalmente, se dispondrá de procesos automatizados y robotizados, además de con un personal cifrado en 500 personas.
El objetivo será fabricar las unidades de producción en serie del CUPRA Raval y el Volkswagen ID.2all, para lo que se trabaja en la preserie de partes de la carrocería, así como de las baterías.
De estas últimas, podrán construir 300.000 paquetes anuales, que irán destinados a los citados modelos eléctricos en exclusiva. Para facilitar el trabajo, además de las instalaciones de 64.000 metros cuadrados, también se está construyendo un puente de 600 metros de largo para trasladar las baterías automáticamente hasta el área de montaje de las mismas en los vehículos.
El resultado final de todo este trabajo lo podremos ver en algún momento del año 2026, después de que acaben las primeras tareas de ensamblaje previstas.
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