En ocasiones no hay que acudir a las grandes ciudades para encontrar atracciones turísticas. Si pensamos en un paso de cebra, se trata de un elemento tremendamente común que está presente en todas partes. Pero, si queremos buscar el paso de cebra más grande de España, lo normal es pensar en urbes como Madrid o Barcelona, con grandes avenidas y un tráfico, tanto de coches como de peatones, considerable.
En ambos casos se erraría, porque el paso de peatones más grande del país está en el pequeño municipio de Cangas do Morrazo, en la provincia de Pontevedra.
El lugar saltó a la fama en 2018 gracias a una idea poco habitual: inaugurar un paso de peatones tan amplio que parece no acabarse nunca. Este cruce urbano, que tiene una extensión de nada menos que 40 metros de ancho en su parte más amplia y unos 26,5 metros en su extremo más estrecho, es el más ancho que se ha construido en España hasta la fecha. Une la calle Méndez Núñez con la Plaza do Concello y la zona de A Palma, funcionando como un nexo entre puntos céntricos del casco urbano.
La intención tras su creación no fue ostentar un récord, sino responder a una necesidad práctica: mejorar la seguridad y fluidez peatonal en una zona de bastante tráfico.
El plan original consistía en construir un paso elevado, pero la propuesta fue denegada por el alto volumen de circulación. Como alternativa, se optó por ampliar un paso ya existente, prolongándolo hasta alcanzar unas dimensiones que lo han convertido en un paso de cebra de récord.
Hasta tal punto es así que el paso no solo sirve para cruzar la calle, sino que ha adquirido una dimensión simbólica: se ha convertido, de hecho, en una atracción local y un punto de interés para el turismo. En consecuencia, es celebrado por muchos, criticado por otros y, como suele suceder en estos casos, generador de memes, fotos virales y bromas.
Son muchos los que se acercan a tomarse fotos en él, imitando portadas de discos y películas, o quienes lo comparan con una pista de atletismo.
El paso gigantesco cumple su función: facilitar el desplazamiento seguro de peatones en un cruce que, de otro modo, podría ser caótico. Su emplazamiento es clave, puesto que está cerca de zonas comerciales, administrativas y de tránsito frecuente, lo que hace que día a día muchas personas pasen por él, por lo que era necesario priorizar la seguridad de quienes van a pie.
Otro aspecto curioso de este paso de peatones, además de su anchura, es que, precisamente por esta, ocupa una extensión tan grande que no es recto. La calle gira trazando una ligera curva, forma que sigue el paso y que también es una rareza. Es muy poco habitual que esto ocurra, básicamente porque los pasos de cebra con medidas estándar ocupan poco espacio y pueden encajarse en cualquier calle que, por lo general, es recta.
A pesar de algunos reparos, pues hay quienes lo consideraron desmesurado e innecesario, lo cierto es que, hasta hoy, nadie ha superado su anchura. La última fecha en la que se confirmó que sigue siendo el paso de peatones más ancho de España fue en 2023.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**

