Este motor de 2 kg y 620 W está desarrollado para bicicletas eléctricas con la tecnología de los rovers de la NASA

Este motor de 2 kg y 620 W está desarrollado para bicicletas eléctricas con la tecnología de los rovers de la NASA

Maxon es una empresa suiza especializada en motores eléctricos de precisión que han viajado incluso al espacio a bordo de rovers de la NASA, ha decidido trasladar su experiencia aeroespacial al mundo de la movilidad eléctrica ligera. Su última apuesta es el Bikedrive Air S, un motor central para bicicletas eléctricas que reúne tres atributos muy buscados por fabricantes y usuarios: potencia, ligereza y una integración estética prácticamente invisible.
Los motores centrales se han consolidado como la opción preferida en las bicicletas eléctricas gracias a un equilibrio óptimo entre rendimiento, comodidad y seguridad. Al situarse en el eje del pedalier, su posición baja y centrada garantiza una mejor distribución del peso, lo que se traduce en una conducción más estable y natural, especialmente en terrenos irregulares o en subidas exigentes. Permiten aprovechar directamente la transmisión de la bicicleta, de modo que el pedaleo resulta más eficiente y la asistencia se adapta mejor a cada marcha seleccionada. Además, los motores centrales suelen ofrecer mayor par motor que los de buje, lo que facilita superar pendientes pronunciadas y mejora la respuesta en rutas deportivas.
Maxon no es ajena al sector. En 2021 ya sorprendió con el Bikedrive Air, un motor que destacó por su reducido peso (3,5 kg) y su enfoque minimalista. Sin embargo, aquel sistema estaba limitado a 280 W y 40 Nm, lo que lo encuadraba en la categoría de propulsores “Light”.
Cuatro años después, Maxon ha dado un salto sustancial: el nuevo Air S ofrece 250 W nominales, 620 W de pico y hasta 90 Nm de par motor, con un peso rebajado a apenas 2 kg. En la práctica, esto significa que puede medirse con motores de referencia como el Bosch Performance Line CX-Race, aunque con un formato más compacto y eficiente.
El corazón del Air S es un motor brushless EC con engranaje planetario, alojado en una carcasa de magnesio. La configuración recuerda a sistemas como el Fazua Ride 60, pero Maxon ha logrado un nivel de densidad de potencia sin precedentes: una relación peso/rendimiento difícil de igualar en el mercado actual. Su diseño permite asistir cadencias de hasta 130 rpm, lo que lo hace apto para disciplinas muy exigentes como el cross-country, el gravel competitivo o el enduro eléctrico.
El motor ofrece tres modos de asistencia, Cruise, Sport y Blast, configurables mediante la app Maxon Connect, que también permite personalizar curvas de entrega de potencia y consultar estadísticas detalladas. La eficiencia energética alcanza el 85%, un dato notable que no solo mejora la autonomía, sino que posibilita el uso de baterías más compactas sin comprometer la duración de las rutas.
El Air S se estrena con una batería integrada de 400 Wh (1,8 kg), a la que pronto se sumará una opción de 600 Wh (2,8 kg) para ciclistas que buscan mayor alcance. Ambos paquetes se alojan en el tubo inferior, preservando el diseño limpio del cuadro. Además, Maxon ha desarrollado un Range Extender de 250 Wh en formato de botella magnética que añade un 50 % extra de capacidad y apenas pesa 1,6 kg.
La carga se gestiona con dos opciones de cargador: un compacto de 2 A, pensado para viajes, y un 6 A de alta potencia, que permite alcanzar el 80 % en unas tres horas con la batería de 400 Wh. El tiempo completo ronda las 4 h para esa batería y las 5 h para la de 600 Wh.
El usuario interactúa con el sistema a través del Powertab, una unidad de control ubicada en el tubo superior que combina botones táctiles y barras LED para indicar el nivel de batería y el modo activo. La interfaz se conecta mediante Bluetooth y ANT+, lo que facilita integrar la información en ciclocomputadores Garmin o Wahoo. Maxon ya ha confirmado que en 2026 añadirá un display TFT más avanzado, presentado como prototipo en la feria Eurobike 2025.
En Eurobike, Maxon presentó bicicletas equipadas con este sistema de siete marcas distintas: Thömus, Transalpes, Goobz, Instinctiv, CDur, Bikelab y Spherik. Entre ellas destaca la Thömus Lightrider E Ultimate, considerada la doble suspensión más ligera del mundo con apenas 14,8 kg, y la gama Instinctiv Ocelot, con cuadros de carbono y suspensiones de alto recorrido.
Estas integraciones demuestran la versatilidad del motor, que no se limita al segmento del mountain bike de competición, sino que se expande al gravel eléctrico, las bicicletas urbanas premium e incluso modelos de trekking para viajes de larga distancia.
El CTO de Maxon ha subrayado que el éxito del Air S no depende solo de la potencia del motor, sino de la armonía entre software, batería y parte ciclo. La filosofía de la marca es ofrecer una asistencia natural y fluida, evitando el efecto “moto” que algunos sistemas más agresivos generan. De ahí la importancia de la rueda libre patentada, que permite pedalear sin resistencia cuando la asistencia no está activa o se superan los 25 km/h, brindando una experiencia muy cercana al ciclismo convencional.
El lanzamiento del Bikedrive Air S marca un punto de inflexión en el desarrollo de bicicletas eléctricas. Su densidad de potencia, su integración estética y su planteamiento en la experiencia de pedaleo abren la puerta a una nueva generación de bicicletas más ligeras, versátiles y atractivas para un público cada vez más amplio.
Con el auge de la movilidad eléctrica en Europa y la consolidación de la bicicleta como alternativa real al coche en entornos urbanos, motores como el Air S podrían acelerar la transición hacia una movilidad más sostenible y eficiente, sin renunciar al placer del pedaleo.
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