Un nuevo microcoche eléctrico podría convertirse en una alternativa atractiva en el mercado urbano. La firma Mika está trabajando en un modelo compacto que promete competir con vehículos como el Microlino y el Citroën Ami.
Basado en el buggy Mika Meon, este microcoche contará con un chasis ligero y seguro, con características similares a las del Lotus Elise. Se espera que en 2025 se presente el primer prototipo, muy cercano a la versión de producción en serie.
El vehículo, con una longitud de 3,4 metros, podrá alojar a tres ocupantes en disposición 2+1 y estará clasificado en la categoría L7e de cuadriciclos. Equipado con dos motores eléctricos de 48 voltios en el eje trasero, con una potencia nominal de 20 CV y picos de hasta 40 CV, el microcoche pesará 450 kilos antes de agregar una batería.
Se ofrecerán paquetes de baterías de 16 o 32 kWh, lo que permitirá autonomías de 130 y 257 kilómetros, respectivamente. El vehículo tendrá una velocidad limitada a 90 kilómetros por hora, lo que lo posiciona como rival directo del Microlino.
Mika asegura haber estudiado detenidamente las necesidades del mercado y planea ofrecer su microcoche a un precio competitivo de alrededor de 15.000 euros, en comparación con los 20.000-25.000 euros del Microlino. Esta estrategia podría posicionar al modelo de Mika favorablemente en el mercado de vehículos eléctricos urbanos.