Opiniones del CEO de Hyundai sobre la polémica relación entre Elon Musk y Donald Trump.

En la próxima administración de Donald Trump, Elon Musk asumirá un papel clave en la reforma del sector del automóvil al codirigir el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE). Desde esta posición, Musk se centrará en simplificar las regulaciones que afectan a la industria, con el objetivo de estimular la innovación y la competitividad en el mercado estadounidense. Su experiencia como director ejecutivo de Tesla lo posiciona como una figura estratégica para guiar políticas que promuevan la transición hacia la movilidad eléctrica y autónoma, al tiempo que reduce los costos y barreras regulatorias para los fabricantes.
Musk también ha expresado su compromiso con programas como las visas H-1B, que permiten la contratación de talento extranjero, algo crucial para el desarrollo de tecnología avanzada en el sector. Esta postura busca fomentar un ecosistema más inclusivo y globalizado en la industria, alineándose con los intereses del presidente electo Trump. Con esta colaboración, la administración aspira a equilibrar los intereses del sector privado con los objetivos gubernamentales de eficiencia y crecimiento económico.
El consejero delegado de Hyundai, el español José Muñoz, ha calificado como «positiva» la colaboración entre el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el empresario Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX. Según Muñoz, contar con una figura cercana tanto a la industria automotriz como al sector de los vehículos eléctricos podría beneficiar al mercado estadounidense en su transición hacia la electrificación. «No lo veo como una preocupación, honestamente», destacó, subrayando que esta relación puede aportar valor a un sector en constante evolución.
Pese al posible fin de los incentivos promovidos por la administración de Joe Biden para los vehículos eléctricos, Muñoz asegura que los planes de Hyundai en Estados Unidos se mantienen firmes.
La compañía ha invertido recientemente 5.500 millones de dólares en una nueva planta en Georgia para la producción del SUV eléctrico IONIQ 5, una decisión que, según Muñoz, no estuvo motivada por los subsidios gubernamentales, sino por la estrategia de adaptación al mercado estadounidense.
Además, Hyundai planea invertir 90.000 millones de dólares globalmente antes de 2030 para lanzar 21 modelos eléctricos y 14 híbridos, con el objetivo de alcanzar 5,55 millones de ventas anuales.
En el ámbito internacional, Muñoz destaca la apuesta de Hyundai por el mercado chino, a pesar de los desafíos que supone competir con fabricantes locales de vehículos eléctricos. A través de su alianza con BAIC Motor, Hyundai invertirá 1.100 millones de dólares en China, fortaleciendo su presencia en el gigante asiático y utilizando este mercado como un laboratorio de aprendizaje e innovación para enfrentar los retos globales de la industria. Mientras tanto, en Estados Unidos, el crecimiento del 4% en ventas durante el último año, impulsado por los híbridos y eléctricos, refuerza la posición de Hyundai en uno de sus mercados clave.
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