Las complicaciones de tráfico que viven la mayoría de las grandes ciudades europeas no es una simple cuestión de comodidad y tiempo, también de salud. La cada vez mayor circulación de coches en entornos urbanos dispara las emisiones de partículas nocivas y contaminantes. Las grandes ciudades, a instancias de Europa, han tomado medidas para reducir el grado de contaminación de sus calles. Las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) actúan como paraguas para limitar el acceso a los vehículos que más partículas emiten. Francia, el paladín en la lucha contra el coche de combustión, da el primer paso para abolir las Zonas de Bajas Emisiones.
Como siempre, los franceses tienen muy claro que si quieren cambiar algo de la política tienen que plantar cara. Francia empezó a tomar medidas contra la contaminación del tráfico en 2019. Fue entonces cuando sus principales ciudades, París y Lyon, empezaron a ejecutar zonas de circulación condicionadas. Con el paso de los años los ayuntamientos locales han ido ampliando las medidas sancionadoras y restrictivas que han complicado mucho la libre circulación de coches tanto dentro como fuera de los espacios protegidos. Esta ha sido la causa esgrimida para iniciar los trámites legales para anular las ZBE de las principales ciudades.
El comité especial de la Asamblea Nacional encargado de estudiar el Proyecto de Ley de Simplificación ha aprobado, por mayoría, la eliminación de las Zonas de Bajas Emisiones (ZFE por sus siglas en francés), argumentando que estas “penalizan a los hogares de bajos ingresos” debido a diversas políticas asociadas. El coche eléctrico ha tenido un buen impacto en Francia, pero no ha calado entre los hogares con menos ingresos. Sigue siendo un producto de lujo que muchos franceses no pueden permitirse. Las ZFE limita la libre circulación de personas, por lo que ahora están consideradas como un elemento que disocia a la sociedad en función de su nivel de ingresos.
La noticia ha sido criticada por el presidente de la República, Emmanuel Macron. El ministro de Industria y Energía, Marc Ferracci, ha intentado convencer a los diputados para que retiraran sus enmiendas afirmando que “varios experimentos, sobre todo en el extranjero, han demostrado que las Zonas de Bajas Emisiones tienen un efecto positivo sobre la reducción de las emisiones”. Asimismo, la ministra de Transición Ecológica, Agnès Pannier-Runacher, ha comunicado que en las dos zonas urbanas donde están en vigor las ZFE, Lyon y París, la concentración de dióxido de nitrógeno se ha reducido en más de un tercio. A mediados de 2023, la capital gala eliminó parte de las ventajas de movilidad de los coches CERO.
A pesar de que la Asamblea ha dado el primer paso para erradicar las ZFE, eso no significa que los franceses ya sean libres para circular por dónde quieran. Diversos grupos parlamentarios han pedido aplicar una moratoria de 5 años o una flexibilización de la norma. Los diputados, en sesión pública, y los senadores, todavía tienen que votar la decisión ahora tomada por la Asamblea. Expertos legales aseguran que no será nada fácil erradicar las ZFE dado que el derecho medioambiental es un asunto, principalmente europeo. Es decir, Francia acata órdenes de Bruselas, por lo que ilegalizar las ZFE supondría ilegalizar la legislación europea. A finales de 2024 la ciudad de Madrid vivió un capítulo muy similar. A pesar de los dictámenes legales, las ZBE de la capital siguen operativas.