La marca de furgonetas eléctricas de la NASA al borde de la bancarrota: anuncia suspensión temporal sin remuneración.

La marca de furgonetas eléctricas de la NASA al borde de la bancarrota: anuncia suspensión temporal sin remuneración.

**Bancarrotas amenazan a marcas automovilísticas en 2024**

En el año 2024, varias marcas automovilísticas han enfrentado graves problemas financieros que podrían llevarlas a la bancarrota. Destacando entre ellas se encuentra Fisker, que pasó de tener grandes expectativas a enfrentar una situación desfavorable para algunos propietarios. Otro caso preocupante es el de Canoo, empresa especializada en furgonetas eléctricas, que incluso contaba con la confianza de la NASA.

Canoo, que había captado la atención en años anteriores por su innovación estética y propuestas inéditas, empezó a mostrar señales de debilidad económica hace varios meses. Esta situación se ha prolongado hasta el punto de que la compañía se ha visto obligada a enviar a sus empleados a una «pausa obligatoria no remunerada» a partir del 18 de diciembre de 2024. La perspectiva para el año 2025 es incierta, y existe el riesgo de que Canoo termine declarando bancarrota.

En abril de 2023, salió a la luz que Canoo estaba experimentando dificultades financieras, y posteriormente se reveló que su director había destinado el doble de los ingresos de la empresa en un jet privado. En agosto de 2024, se hizo público el elevado endeudamiento de Canoo, lo que llevó a la suspensión temporal del 23% de su personal en noviembre. Informes recientes indican que la empresa ha bloqueado a sus empleados y que mintió sobre la producción de vehículos eléctricos en Oklahoma.

A pesar de contar con todo el equipamiento necesario para la fabricación de automóviles, incluida una línea de montaje completa, Canoo no habría cumplido con sus compromisos de producción en Oklahoma. Según ex empleados, la empresa contratada para fabricar los vehículos fue una entidad distinta, y muchos de los vehículos terminaron siendo modificados superficialmente antes de ser presentados como producción propia.

El CEO de Canoo, Tony Aquila, también es propietario de la empresa que supuestamente fabricó los vehículos en Texas, lo que ha generado sospechas sobre la transparencia de la compañía. Hasta el momento, la situación de Canoo sigue siendo incierta, con tendencia a un desenlace negativo en los próximos meses.