BMW lo llama «sistema nervioso digital» y servirá como cerebro, o conjunto de cerebros, para todos los modelos de la próxima generación de coches eléctricos de la marca. Los coches son cada vez más complejos a nivel software, y lo que conocíamos tradicionalmente como centralitas va a pasar a un nuevo nivel. Y todos los sistemas del coche van a estar gestionados por cuatro «Supercerebros».
Los «Supercerebros» son cuatro ordenadores de alto rendimiento, mucho más potentes, más inteligentes y más eficientes que los que había hasta ahora. Esto permitirá controlar funciones más complejas al mismo tiempo que se reduce el cableado del coche. Se implantarán por primera vez en los modelos de la Neue Klasse de BMW, y la marca alemana ha dado algunos datos interesantes al respecto.
Cada uno de los cuatro superordenadores controlará la potencia de cálculo para las cuatro funciones que BMW considera más importantes para el cliente: infoentretenimiento, conducción autónoma, dinámica de conducción y funciones básicas como el acceso al vehículo, la climatización y el confort.
Estos cuatro ordenadores proporcionan más de 20 veces la potencia de cálculo que los que llevan los BMW actuales y están diseñados para las próximas actualizaciones de software y nuevas funciones, incluidas las experiencias del cliente con inteligencia artificial. Un dato curioso: BMW genera actualmente 130 veces más software que hace diez años.
Además de ser más potentes y más eficientes, esta arquitectura permitirá a BMW desacoplar el desarrollo del vehículo y el del software. Dicho de otra manera: se podrá mejorar el software cuando el coche salga de la fábrica. Todos los futuros modelos de BMW se mantendrán al día a nivel digital mediante actualizaciones remotas de software.
El primer ordenador gestiona la conducción eléctrica, de ahí su nombre: «Heart of Joy». En los BMW completamente eléctricos de la Neue Klasse se utilizará el primer sistema de control de la dinámica de conducción desarrollado íntegramente por BMW, denominado BMW Dynamic Performance Control.
Se encarga de gestionar la entrega de potencia, la recuperación de energía en las frenadas, el reparto de tracción en cada rueda… El control del motor y del chasis se combinan por primera vez en una sola unidad de mando y responden con un retardo inferior a un milisegundo, diez veces más rápido que las utlizadas hasta ahora.
El segundo ordenador se encarga de la conducción automatizada y controla todas las funciones en este aspecto. Este superordenador integra, él solo, lo que antes estaba distribuido en cuatro unidades de control. No será un problema, pues tiene veinte veces más potencia de cálculo que los ordenadores anteriores.
El tercer ordenador controla el BMW Panoramic iDrive y, por tanto, la experiencia digital en el vehículo con el nuevo sistema operativo de infoentretenimiento BMW Operating System X. Se encarga de todo el contenido del BMW Panoramic Vision, el Head-Up Display, el cuadro de instrumentos central, el sistema de contro por voz, la navegación basada en la nube…
El cuarto ordenador es responsable de las funciones básicas y actúa como centro de control para gestionar el estado del vehículo. Controla hasta 100 funciones del vehículo, entre ellas el acceso al vehículo, el climatizador, la iluminación interior y exterior, el flujo y procesamiento de datos, así como las actualizaciones remotas del software.
Un componente fundamental del «sistema nervioso digital» es el cableado, que es mucho más sencillo y más ligero. La nueva arquitectura utiliza 600 metros menos de cableado y ahorra un 30% de peso en comparación con la generación anterior. Los ordenadores están conectados a través de conexiones de datos de alta velocidad a unidades de control más pequeñas (los controladores de zona). De este modo, el cableado del vehículo está relacionado con las zonas y puede ser más corto, más fino y más ligero.
Un requisito para un cableado más fino y ligero son los llamados «Smart eFuses». Se trata de fusibles digitales que sustituyen hasta 150 fusibles tradicionales. La activación selectiva de los componentes permite el diseño de modos de alimentación inteligentes para distintos estados del vehículo, como la conducción, el aparcamiento, la carga y la mejora, en los que los consumidores innecesarios pueden desconectarse. De este modo, los eFuses contribuyen a mejorar la eficiencia energética en un 20%.
La arquitectura electrónica de nuevo desarrollo constituye la base de la próxima generación de nuevos modelos de BMW. El primer modelo totalmente eléctrico de la Neue Klasse entrará en producción a finales de este año.
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