Tesla ha cambiado el curso de la historia, nos guste o no reconocerlo. La empresa de Elon Musk ha modificado los hábitos de consumo y la forma en la que el mundo se mueve. Tesla demostró que el coche eléctrico no solo era posible en la cabeza de los ingenieros. Cogió una idea y la hizo realidad. Durante más de una década ha controlado el mercado con muchos años de ventaja con respecto a sus rivales. Tesla y Elon Musk han formado una unidad. Lo uno no se entiende sin lo otro. La pareja ha sido un éxito hasta que una de las partes ha perdido de vista el compromiso.
Los escarceos políticos de Musk no le han sentado nada bien a la más comercial de sus empresas. Tesla se ha resentido de la gran impopularidad que ha cosechado su CEO. Tras entrar en el Gobierno de Estados Unidos de la mano de uno de sus presidentes más polémicos, muchos de los seguidores de la compañía se dieron de baja, pero eso no es lo peor. Lo peor es que Tesla ha dejado de tentar a un gran número de potenciales clientes. Clientes que quieren dar el salto a lo eléctrico pero que no quieren que nada los relacione con el CEO de la empresa.
A Tesla le va a costar mucho tiempo recomponer su imagen, si es que lo consigue. Mientras tanto, los rivales se frotan las manos. Volkswagen ya se ha situado como el mayor vendedor de coches eléctricos de Europa, mientras que los chinos van tomando posiciones con un dispendio económico que ninguna compañía europea puede igualar. Enormes patrocinios como los que ejecutan BYD, Jaecoo u Omoda están creando una nueva imagen por parte de los conductores europeos. Ya no son marcas extrañas, son marcas cercanas que se ven día a día en las calles. Cada vez hay más.
En todo este proceso de cambio Tesla ha perdido, está perdiendo. Los americanos han visto cómo las cifras de ventas se han desplomado por toda Europa. El balance del último mes de julio es dramático. Las matriculaciones de mercados importantes como el de Alemania han caído un 55%, un 60% si hablamos del mercado inglés. Pero no son casos excepcionales: Suecia (86%), Dinamarca (52%), Francia (27%), Países Bajos (62%), Bélgica (58%), Portugal (49%) e Italia (5%) demuestran que la tendencia a la baja es generalizada.
Solo hay dos feudos en los que Tesla ha incrementado su participación. Noruega, dónde si no, aumentó su participación un 83%. El país del coche eléctrico sigue apostando por Tesla, aunque el volumen total sigue siendo bajo. El otro mercado que ha roto la tendencia es España, donde han crecido las matriculaciones un 27% con respecto al mismo periodo del año anterior. El año está siendo particularmente bueno en nuestro país. En los primeros 7 meses se han vendido los mismos coches eléctricos e híbridos enchufables que en todo 2024. Entre enero y julio los Tesla Model 3 y Tesla Model Y ocupan los primeros dos puestos de los coches eléctricos más vendidos.
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Las ventas de Tesla se hunden en toda Europa ante el avance de los chinos, a excepción de dos países
