Se puede perdonar a Charles Leclerc por albergar grandes expectativas para la temporada 2025 de Fórmula 1. Después de todo, Ferrari perdió por poco el título mundial de constructores en 2024, por lo que se esperaba que el equipo volviera a luchar por lo más alto. No ha sido así, y la séptima temporada del monegasco con la Scuderia ha sido, posiblemente, la más complicada desde 2021, al menos en cuanto a resultados.
Pero no hay mucho que reprocharle a Leclerc. Tenía algo que demostrar frente al siete veces campeón del mundo recién llegado al equipo, Lewis Hamilton, un piloto que rara vez había sido superado de manera consistente por un compañero. Al final, el monegasco rara vez fue igualado por el británico.
Leclerc, especialista en clasificación, no brilló tanto en ese aspecto como solía, ya que el SF-25 era menos competitivo que sus predecesores. Aun así, accedió a la Q3 en 29 ocasiones y solo se le escapó el Top 10 en Imola, donde, de todos modos, superó a Hamilton.
El piloto brilló especialmente en circuitos lentos. En la procesional carrera de Mónaco, terminó segundo tras clasificarse en esa misma posición; en Hungría, consiguió la pole por unas centésimas sobre los McLaren y lideró la carrera inicialmente, antes de que un problema técnico le apartara del podio. A pesar de todo, logró siete terceros puestos, mientras que Hamilton no sumó ninguno.
Pero el chico de oro de Ferrari se mantuvo fiel a su perfil de jugador de equipo. Cuando se hablaba de su dominio sobre Hamilton, insistía en que su único objetivo era devolver a Ferrari a la cima: «Lewis no es mi objetivo en este momento».
Llevar a Ferrari de vuelta a la gloria, sin embargo, ha parecido una tarea ardua. A medida que avanzaba la temporada, el SF-25 resultaba cada vez más difícil de pilotar. Leclerc se sentía como un «pasajero», describía el coche como «muy ágil e impredecible». En Qatar, donde luchó por mantener el control de su monoplaza, ni siquiera él encontraba palabras para expresar la gravedad de la situación.
«¿Soy optimista para mañana? No lo soy, lo cual es bastante raro», declaró a F1 TV. «Normalmente soy una persona muy optimista, pero tengo que decir que este fin de semana hay cero rendimiento en este coche».
Ferrari destinó sus recursos al nuevo reglamento técnico de 2026 antes que la mayoría, lo que lastró su rendimiento en 2025, pero le podría dar una oportunidad de recuperación el año próximo. La Scuderia tendrá que aprovecharla si quiere que Leclerc conserve lo que más necesita: la esperanza.
**REDACCIÓN FV MEDIOS**

