**Temor en la industria automotriz europea ante posible aplicación de aranceles por parte de Trump**

Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, los fabricantes de automóviles europeos se encuentran preocupados ante la amenaza de imposición de aranceles a los vehículos fabricados en el extranjero que pretendan ser vendidos en suelo estadounidense.

Los constructores alemanes son particularmente vulnerables, dado sus fuertes lazos comerciales en el mercado norteamericano. Existe un temor latente de que esta situación desemboque en una crisis en la industria si no se toman medidas preventivas por parte de los líderes políticos tanto en Estados Unidos como en Europa.

Se estima que alrededor de 190,000 puestos de trabajo podrían estar en riesgo si no se actúa a tiempo, sumado a las exigencias de transformación del sector impuestas por la Unión Europea, que muchos consideran poco realistas en los plazos establecidos.

La presidenta de la Asociación Alemana de la Industria Automovilística (VDA), Hildegard Müller, ha enfatizado la necesidad de un cambio radical para el año 2025, instando a una acción más contundente por parte de los Gobiernos.

Se requiere un aumento significativo en las ventas de vehículos eléctricos para cumplir con las directrices de Bruselas, lo que implica un desafío importante para los fabricantes. Actores políticos alemanes, como el canciller Olaf Scholz, plantean la posibilidad de otorgar subsidios a los vehículos eléctricos fabricados en Alemania como una medida urgente, aunque se reconoce que una solución a escala europea sería más efectiva.

En resumen, la incertidumbre en la industria automotriz europea ante las posibles repercusiones de los aranceles propuestos por Trump insta a la adopción de medidas proactivas y colaborativas para mantener la estabilidad y competitividad en el sector.