China enfrenta escasez de materiales críticos para baterías y depende de importaciones

China enfrenta escasez de materiales críticos para baterías y depende de importaciones

China domina la fabricación mundial de baterías para vehículos eléctricos, pero su liderazgo industrial se apoya cada vez menos en recursos propios. Nuevos datos del sector minero y del reciclaje muestran que las reservas locales de los principales materiales críticos para baterías están cerca del agotamiento, lo que refuerza la dependencia del país de suministros extranjeros.

La información, presentada en una visita a uno de los mayores polos industriales de minería y reciclaje de China, refleja los años restantes de reservas probadas al ritmo actual de extracción. El diagnóstico es claro: el margen de maniobra es limitado en un contexto de crecimiento acelerado del vehículo eléctrico a escala global.

Según los datos disponibles, China cuenta con reservas de litio suficientes para unos 14,6 años. Aunque la cifra pueda parecer razonable, el fuerte incremento de la producción de baterías reduce drásticamente ese horizonte. Además, gran parte del litio chino procede de salares en la meseta tibetana de Qinghai, cuya explotación es más compleja y costosa que la de los yacimientos sudamericanos o australianos.

Esta limitación explica la agresiva estrategia de adquisición de minas de litio por parte de empresas chinas en África y Sudamérica, donde el acceso al recurso es más competitivo y estable a largo plazo.

El caso del níquel resulta aún más preocupante. Las reservas domésticas apenas cubrirían 3,8 años de consumo al ritmo actual. Este metal es esencial para las baterías de alta densidad energética, especialmente en vehículos de gran autonomía que utilizan paquetes de tipo NMC (níquel, manganeso y cobalto).

Ante este escenario, China ha invertido miles de millones de dólares en Indonesia para desarrollar plantas de procesamiento de níquel mediante tecnologías HPAL, asegurando así el suministro fuera de sus fronteras.

El cobalto representa el punto más crítico. China ya no dispone de reservas domésticas económicamente viables y depende al 100% de las importaciones. En la práctica, esto ha llevado al país a controlar buena parte de la cadena de suministro en la República Democrática del Congo, principal productor mundial de este material.

Esta dependencia explica la relevancia geopolítica del cobalto y el interés estratégico de China por asegurar contratos y participaciones en regiones clave.

Ante el agotamiento de recursos naturales, China está acelerando la inversión en reciclaje de baterías, recuperando materiales valiosos de vehículos eléctricos al final de su vida útil. Paralelamente, el impulso a tecnologías como las baterías LFP y el sodio busca reducir la dependencia de metales escasos como el níquel y el cobalto.

En un mercado donde más de la mitad de los coches eléctricos del mundo se producen en China, el acceso a materias primas se ha convertido en un factor decisivo para el futuro de la movilidad eléctrica global.

**REDACCIÓN FV MEDIOS**