«Norris arranca desde la pole position con Verstappen en segunda posición»

 
“Ha sido una clasificación muy estresante”. El director de equipo de Aston Martin, Mike Krack, encontró las palabras justas para resumir la qualy de Singapur. Si bien el alemán hacía referencia a un nuevo milagro de Fernando Alonso, clasificado séptimo, la frase puede extenderse al resto de los 19 corredores; en particular, a los dueños de la primera fila de partida: Lando Norris y Max Verstappen.
 
Las emociones a flor de piel en la Q3 nacieron segundos antes de la bandera roja por el accidente de Carlos Sainz. Previo a que el español perdiera el control de la Ferrari en la última curva, cuando estaba por abrir la vuelta, los principales contendientes al título -junto con Oscar Piastri- batallaban en los cronos.
 
 
La neutralización dejó las pulsaciones por las nubes. De golpe, el holandés resucitó un Red Bull que se mostraba indolente desde el viernes. Es cierto que hizo un esfuerzo sobrehumano para controlarlo, el coche estaba nervioso en las curvas de 90 grados y sufría en los pianos -el mayor punto débil del RB20-. Aun así luchó con los McLaren como en el pasado frente a los poderosos Mercedes que conducían Lewis Hamilton y Valtteri Bottas.
 
La batalla de Marina Bay fue al límite. Tanto Norris como Verstappen se jugaron a todo o nada por la pole. Rozar los muros no era una opción, era una obligación. Esa fue la diferencia entre ellos y Piastri para integrar el exclusivo club de la primera fila.
 
El británico ganó el duelo por dos décimas sobre el líder del campeonato. Para Verstappen, lejos de ser una frustración, fue un giro de 180 grados a su fin de semana. Los entrenamientos del viernes, donde se trabaja realmente para el sábado y el domingo, lo tenía lejos de la punta y con un coche de nula fiabilidad. La noche del sábado lo encuentra segundo y con un RB20 que pide pelear -más allá de la desventaja-.
 
 
No fue el único milagro en el callejero de Singapur. Mercedes, otro equipo de altibajos, se apoderó de la segunda fila. Hamilton y Russell consiguieron un inesperado tercer y cuarto lugar. No estaba en las quinielas una ubicación tan alta para los de Brackley. Es más, ambos sufrieron en Q1 y Russell estuvo cerca de la eliminación.
 
El otro milagro fue de Alonso que nuevamente llevó al Aston Martin a Q3. Es el único ser humano en la Tierra que logra poner en ridículo a los simuladores. Mientras la ciencia y la tecnología pronosticaban que los AMR24 no superarían el primer corte -algo que se cumplió con Lance Stroll-, el español los desafío con talento y experiencia, y una dosis de terquedad, para torcer la historia. Krack y su gente celebraron la séptima posición como un título mundial.
 
Pero no todo es alegría en la noche de Marina Bay. Fueron inesperadas las caídas de Ferrari, RB y Williams. Cada uno padeció un contratiempo que ensombrecieron el muy buen fin de semana que venían construyendo desde el primer libre.
 
 
Marenello vivió una debacle total en Q3. Al accidente de Sainz -que dañó la parte posterior del coche- se sumó el mal stint de Charles Leclerc que lo obligó a abortar. El monegasco, candidato natural para ganar la carrera, deberá reformular todos sus planes desde la novena posición. En el box de RB no se explican por qué el sábado se produjo una caída de rendimiento. Si bien alcanzaron la P8 con Yuki Tsunoda, a Faenza le costó mucho llegar a Q3; para colmo, Daniel Ricciardo, con su futuro en duda, no superó la Q1. Y los Williams, que apuntaban a otra buena clasificación como en Bakú, se quedaron a las puertas del Top Diez: Alex Albon y Franco Colapinto finalizaron en P11 y P12 respectivamente.
 
En la escudería de Grove hubo sensaciones encontradas. Los dos pilotos se mostraron fastidiados más que frustrados. Albon, que tenía actualizaciones en el coche, quería saber por qué su ritmo era similar al de su coequiper. En cambio, el argentino, que no tuvo modificaciones en su FW46, refunfuñaba porque perdió 31 milésimas que le habrían bastado para superar con holgura al tailandés.
 
 
Donde se vio un mayor contraste fue en el garage de Red Bull. La alegría por el segundo lugar de Verstappen no pudo ocultar la eliminación de Sergio Pérez en Q2. La caída del mexicano, que terminó P13, fue un duro golpe a la estrategia para luchar contra los McLaren. Si bien Piastri largará desde la quinta posición, Norris tendrá a la mano a su compañero para activar las Papaya Rules.
 
Con o sin Pérez, el líder del campeonato enfrentará a su principal retador por el título como en los viejos tiempos con Hamilton. Este sábado regresó la versión Mad Max de Verstappen. Está listo para la pelea. Al menos, en la primera vuelta, se aguarda una riña callejera entre el británico y el holandés. Es más, existe la sensación que uno de los dos no terminará el primer giro. Algo que no debería sorprender.
 
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