Nuevamente Lando Norris se vio perjudicado por la falta de una decisión interna dentro de McLaren. El equipo de Woking continuó con su política de dar libertad de lucha entre sus pilotos en Monza, a pesar de que el británico pelea el título con Max Verstappen.
El Gran Premio de Italia fue otra comedia de equivocaciones. Norris, que largaba de la pole, se vio sorprendido por su compañero Oscar Piastri en Della Roggia. El australiano aprovechó que Lando frenó antes para tomar la variante y se lanzó a ganarle el externo en la chicana.
Piastri quedó como puntero, mientras que Norris cayó a la tercera posición porque Charles Leclerc aprovechó que estaba desacomodado y le arrebató el segundo lugar antes de Lesmo 1.
“No era la carrera que quería hoy, todo se torció en la curva 4”, lanzó Norris en la rueda de prensa. “No esperaba una maniobra así, obviamente no. Teníamos mucho hueco con los de detrás, así que no había motivo para arriesgar, se ha acercado un poco más de la cuenta, y si yo hubiera frenado un metro más tarde los dos hubiéramos quedado fuera de la carrera”, explicó.
La historia de la de la carrera es conocida. Ferrari se jugó a una sola detención mientras que McLaren tuvo que recurrir a dos paradas porque no aguantarían los neumáticos duros en los MCL38. Leclerc venció desatando la euforia en Monza; Piastri y Norris completaron el podio.
El británico mantuvo un gesto sombrío antes, durante y después de la premiación. Buscaba alguna respuesta, si es que la había, de por qué el equipo dilapida chances para que él se acerque a Verstappen y Woking tome el liderazgo en Constructores -con el 1-2 y los resultados de Red Bull hubieran alcanzado la punta del campeonato de marcas-.
“Estoy aquí para ganar el campeonato, pero tampoco voy a rogar para intercambiar posiciones, no es quién soy yo y no quiero ganar un campeonato de esta manera”, dijo. Flotaba en el aire el recuerdo de la orden que recibió en Hungría para que gane Piastri y su resistencia a cumplirla hasta que fue advertido, de manera sutil, que podría perjudicarlo si tenía opciones de pelear el título.
Si bien Norris transitó entre declaraciones explosivas y el apaciguamiento, hubo una frase que podría alterar la frágil armonía en Woking. Caundo se le preguntó si los traspiés podrían hacerle perder el campeonato, soltó: “Preguntale a ellos [por McLaren], no depende de mí, todas estas son preguntas para el equipo”.
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