Para todos los públicos: Stellantis ofrece desde furgonetas eléctricas compactas a furgones de gran tamaño

Stellantis ha consolidado su apuesta por la movilidad sostenible en 2024, ofreciendo una de las gamas más amplias del sector: 65 modelos electrificados distribuidos entre sus 11 marcas (Abarth, Alfa Romeo, Citroën, DS Automobiles, Fiat, Jeep, Lancia, Leapmotor, Maserati, Opel y Peugeot). Todos ellos cuentan con la “Etiqueta 0” de la Dirección General de Tráfico (DGT), un sello que certifica su bajo impacto ambiental y su alineación con los estándares europeos de descarbonización.
Un pilar fundamental de estos resultados es Stellantis Pro One, su división de vehículos comerciales. Con una cuota del 29,1% en 2024, la unidad no solo revalida su liderazgo en Europa, sino que subraya su papel estratégico. Una amplia gama de modelos adaptados a necesidades diversas y una red de distribución eficiente se combina para convertirse en la mejor herramienta para empresas y autónomos.
Dentro del segmento compacto, Stellantis apuesta por modelos diseñados para la maniobrabilidad y la eficiencia en entornos urbanos. La oferta incluye el Citroën ë-Berlingo, el Peugeot e-Partner, el Opel Combo-e y el Fiat e-Doblò.
Estas furgonetas, con una longitud aproximada de 4,4 metros, están equipadas con baterías de 50 kWh que permiten alcanzar autonomías de hasta 330 kilómetros según el ciclo WLTP. Su capacidad de carga útil, que puede llegar a 800 kg, y un volumen de carga de 4,4 metros cúbicos, las hacen especialmente atractivas para pequeñas empresas y servicios de mensajería que requieren una solución ágil y respetuosa con el medio ambiente.
Cada uno de estos modelos presenta características propias que se adaptan a diversas necesidades operativas, sin que ninguno se destaque de manera desmedida sobre el otro, manteniendo así una oferta equilibrada y competitiva.
Para aquellas empresas que precisan una mayor capacidad de carga sin sacrificar la maniobrabilidad, Stellantis ha desarrollado una línea de furgonetas medianas. En este segmento se encuentran el Citroën ë-Jumpy, el Peugeot e-Expert, el Opel Vivaro-e y el Fiat e-Scudo.
Con una longitud aproximada de 5 metros, estos modelos ofrecen dos opciones de batería, de 50 kWh y 75 kWh, que permiten llegar a autonomías de hasta 350 kilómetros. La capacidad de carga útil alcanza los 1.400 kg y el volumen interior llega a los 6,6 metros cúbicos, características que los hacen muy versátiles para distintos tipos de operaciones logísticas.
Además, en este segmento Stellantis ha incorporado versiones con pila de combustible de hidrógeno, que ofrecen una autonomía de hasta 400 kilómetros y tiempos de recarga del hidrógeno en torno a los cinco minutos. Esta integración de tecnologías diversas refuerza el compromiso del grupo con la innovación, sin posicionar un modelo como superior, sino presentando opciones que se ajustan a diferentes demandas del mercado.
Para las operaciones que requieren una mayor capacidad de carga y volumen, el segmento de furgonetas grandes es la respuesta. Modelos como el Citroën ë-Jumper, el Peugeot e-Boxer, el Opel Movano-e y el Fiat e-Ducato ofrecen longitudes que varían entre 5,4 y 6,4 metros.
Todos ellos están equipados con una batería de 110 kWh, lo que les permite alcanzar una autonomía de hasta 420 kilómetros. La capacidad de carga útil de estos vehículos puede llegar a 1.500 kg, y el volumen de carga alcanza hasta 17 metros cúbicos, lo que los convierte en una opción ideal para operaciones de gran envergadura.
Además, su tecnología de carga rápida posibilita recuperar hasta el 80% de la capacidad de la batería en menos de una hora mediante cargadores de hasta 150 kW. En línea con la tendencia de diversificación tecnológica, Stellantis tiene previsto introducir versiones con pila de combustible de hidrógeno para este segmento a mediados de 2024, ofreciendo una autonomía de hasta 500 kilómetros. Esta diversidad tecnológica permite a los clientes elegir la opción que mejor se adecue a sus necesidades operativas sin que se imponga una comparación que descalifique a alguno de los modelos.
La transición hacia la movilidad eléctrica no solo responde a una demanda ambiental, sino que también ofrece múltiples ventajas operativas y económicas:
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